La posibilidad de que una lista única de la oposición a Joan Laporta pueda emerger del laberinto de intereses opuestos y de las complejas estrategias electores en que se ha convertido el mundo de la disidencia barcelonista es hoy descartable.
Por un lado, Víctor Font ha desandado, una vez más, el camino abierto meses atrás cuando abrió la puerta a integrarse en una candidatura como segundo si de este modo era posible generar un frente más poderoso y capaz de derrotar en las urnas a Laporta.
Por otro, internamente se da por rota e imposible de rehacer la plataforma Som un Clam en el mismo formato y estructura que se dio a conocer meses atrás, por cierto, sin demasiada fortuna ni acierto, y más tarde diluida e invisible en los momentos de mayor crisis de la actual junta y de la necesidad de un liderazgo a nivel de opinión pública.
Las últimas noticias, pese a que su creación y desarrollo no respondía al formato de una candidatura propiamente dicha, a la hora de avanzar en esa dirección han surgido insuperables diferencias entre las figuras capitales de Joan Camprubí, Jordi Roche y Jordi Termes, que ya estarían elaborando por su cuenta sus propios planes de cara a una contienda electoral de forma independiente unos de otros.
Por lo poco que ha trascendido, además del mutuo y común rechazo a caminar juntos Sí al Futur de Víctor Font y Som un Clam -esa vía está del todo muerta- no ha acabado de cuajar el presunto liderazgo de Joan Camprubí, que además se ha visto envuelto en rumores no aclarados sobre su salida precipitada como socio de Boston Consulting Group, ni tampoco se ha forjado una entente sólida y del todo empática con Jordi Termes, que inició su camino en solitario y luego se subió al tren de Som un Clam.
Sus caminos se habrían separado del todo en este momento sin que haya trascendido de qué lado pueden acabar cayendo el resto de las piezas de una alianza en la que Jordi Roche puede decantar la balanza si, como parece, Som un Clam se empieza a desmoronar y él decide seguir en una de las dos escisiones, esta vez ya con la determinación inequívoca de organizarse como candidatura seria y dispuesta a todo.