El consejero de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, ha negado que el gobierno de la Generalitat de Catalunya haya respondido con «autosatisfacción y resignación» ante los resultados de la Encuesta de usos lingüísticos. «Se han señalado los retos y las vías de solución», ha defendido el consejero en el marco de la sesión de control.
En este sentido, Vila ha insistido en que hay unas «líneas de trabajo sólidas» que permitirán hacer avances. «Hay partido, pero lo tenemos que jugar», ha concluido. Por su parte, la diputada de ERC Marta Vilalta ha reprochado al gobierno socialista que haya hecho una valoración desde el «autosatisfacción y con un punto de resignación». Y le ha pedido «pleno compromiso y ambición máxima» ante una situación «de emergencia lingüística».
El consejero admite que los datos que indican que sólo un tercio de la población tiene el catalán como lengua habitual «no son ideales» y que ha habido retrocesos. Pero ha defendido que el Gobierno ya ha empezado a actuar poniendo en marcha un plan de choque, con unos 9 millones de euros, para incrementar la oferta de cursos. En este sentido, ha señalado que «el elemento central» que hay que desarrollar es «garantizar el acceso al catalán a las personas que tienen voluntad de aprender la lengua».
Por su parte, la diputada de la CUP Maria Pilar Castillejo ha lamentado que el catalán se considere «prescindible» y ha señalado al Estado español y la «discriminación lingüística estructural» como responsable de que solo un tercio de la población lo hable habitualmente.
«Con un país con estado propio no estaríamos haciendo seguramente una encuesta de usos lingüísticos», ha dicho la diputada de la CUP. Y el consejero le ha replicado que «para que una lengua, en el siglo XXI, pueda sobrevivir debe tener un estado propio o un estado propicio».















