El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha apostado este martes por equiparar los precios de los alquileres de temporada con los de los alquileres habituales, que actualmente están regulados. En una entrevista en TV3, Collboni ha admitido que actualmente los alquileres de temporada en la capital catalana son un «agujero negro» que escapa de la regulación y hace que muchos propietarios esquiven la regulación de los precios del alquiler habitual. Por ello, ha explicado, el Congreso de los Diputados está tramitando una reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) para equiparar los dos tipos de alquileres, reforma que debería aprobarse con los votos de los mismos grupos que aprobaron la regulación de los alquileres habituales, como JxCat.
Al respecto, Collboni espera que los junteros y el resto de grupos del Congreso la apoyen. «Si tienen el mismo precio, evitaremos lo que pasa ahora, el fraude de ley; por eso es fundamental cambiar las reglas del juego», ha remarcado el alcalde de Barcelona, recordando que algunos fondos de inversión internacionales ya han anunciado que se retiran del mercado inmobiliario de la ciudad porque ya no les sale a cuenta invertir en ellos. Collboni también ha puesto de relieve la finalización de las licencias de pisos turísticos en 2028, que pondrá de golpe, según él, 10.000 pisos turísticos a disposición del mercado, el equivalente a los pisos que se construyen en la ciudad en diez años.
Sobre la Casa Orsola, el jefe del ejecutivo municipal ha defendido que los vecinos que se verán beneficiados por la compra por parte del Ayuntamiento y Hábitat3 «no son unos privilegiados», pero ha admitido que con la equiparación de alquileres habituales y de temporada el propietario del bloque no habría podido «especular». También ha dicho que otras entidades sociales se han ofrecido al consistorio para comprar conjuntamente otras fincas, pero ha recordado que el caso Orsola es muy particular porque era un bloque entero que se ponía a la venta, y sólo fue posible por la mediación del Síndic de Greuges y la voluntad del propietario de vender el edificio. En cambio, ha explicado que el consistorio no ha recibido ofertas de otros propietarios de bloques para venderlos al Ayuntamiento.
Collboni ha defendido que hay que promover la construcción de pisos nuevos y, preguntado por la aplicación del 30% de las nuevas promociones en pisos sociales, el alcalde ha dicho que quiere reformar esta norma y flexibilizarla, para que el 30% no haya que aplicarlo en el mismo bloque de pisos construido o rehabilitado, sino que se puedan hacer los pisos sociales en algún otro punto del mismo barrio. Así, ha dicho que está a favor de la medida del 30%, pero quiere que funcione, algo que hasta ahora no ha pasado ya que, de los 2.000 pisos sociales previstos que deberían haberse construido gracias a esta fórmula, solo se han hecho 26.
La negociación sobre la reforma de esta norma está encallada en detalles, ha señalado Collboni, y depende de los congresos de algunos partidos, como ERC. De hecho, ha vuelto a tender la mano a los republicanos para que entren en el gobierno municipal.















