La Asociación Sediments ha presentado una demanda ante la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) en contra de la decisión de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de desestimar su recurso administrativo reclamando la extinción de la concesión de la central hidroeléctrica de Flix (Ribera d’Ebre). La entidad se dirigió en abril de 2023 al organismo de cuenca pidiéndole que procediera a hacer efectiva la extinción justo cuando se iban a cumplir los 75 años de plazo máximo concesional previsto por la Ley de Aguas, entre otras normas. La CHE rechazó la solicitud basándose en una cláusula de la orden ministerial del año 1936, según la cual la concesión tenía una vigencia de 99 años.
La negativa del organismo de cuenca fue objeto de un recurso de alzada por parte de Sediments, que la CHE no respondió dentro de los tres meses preceptivos -lo acabó rechazando posteriormente, cuando ya estaba abierta la vía judicial-. Cuando la vía administrativa estaba agotada, la entidad decidió presentar un recurso contencioso-administrativo ante el TSJA el 3 de julio de 2024. Su admisión a trámite el 21 de octubre posterior ha desembocado, justo hace una semana, en la presentación de la demanda.
El texto defiende que tanto la Ley de Aguas, como el Reglamento del Dominio Público Hidráulico y la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas establecen un plazo máximo de la concesión de 75 años. Según este cálculo, la central hidroeléctrica de Flix, en marcha efectivamente desde el 21 de junio de 1948 y que actualmente explota Endesa, funcionaría con la concesión caducada desde el 21 de junio de 2023.
