El Sindicat de Llogateres y los vecinos de la Casa Orsola han recordado que desde el primer día han exigido una negociación por todas las vías posibles y que siempre ha sido el fondo Lioness Inversiones, propietario del inmueble, el que se ha negado y la ha «boicoteado». De hecho, han remarcado que el consistorio tiene contacto con la propiedad y con el Sindicat y sabe perfectamente «que es la propiedad la que se niega a la negociación».
Esta ha sido la reacción a las comunicaciones del Síndic de Greuges de Barcelona, que se ha ofrecido como mediador en el conflicto, y del Ayuntamiento de Barcelona, que ha pedido a las partes que se comprometan a una mediación y ha anunciado que trabaja para construir un escenario que permita la suspensión del desahucio.
En este sentido, los habitantes del edificio y el sindicato han considerado «sorprendente» que el consistorio se active a menos de 24 horas del desalojo. Al mismo tiempo, han reprochado al ejecutivo que durante años «ha tenido la posibilidad de sancionar la propiedad, entre otros, por el incumplimiento de la obligación de ofrecer alquiler social, y no lo ha hecho ni ha dado ninguna respuesta».
En un comunicado, el Sindicat y los vecinos han asegurado hace tiempo que sus comunicaciones con Lioness Inversiones para pedir la negociación no obtienen respuesta, y que hicieron un último intento el mes pasado.
En cuanto a la propuesta de la Sindicatura de Greuges de Barcelona de intervenir en el proceso como mediador, los afectados han asegurado que la ven con buenos ojos y la aceptan, pero han recordado que hace años que el Ayuntamiento también se ofreció para mediar con el fondo y que éste «cerró la puerta».
