El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este martes la actuación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) respecto al imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, que, según ha confirmado la documentación desclasificada y publicada este lunes, mantuvo varias entrevistas con agentes mientras estaba en la cárcel de Castellón, antes de los atentados del 17-A.
En cuanto a la nueva documentación que reclaman formaciones como Junts, el ministro se ha limitado a apuntar que el ejecutivo español «valorará» las peticiones y desclasificará documentos si lo considera pertinente y no afecta a la seguridad del Estado.
Según el ministro, «no hay ninguna crítica» que se pueda hacer al CNI en la gestión de Es Satty, y los servicios de inteligencia españoles «han trabajado, trabajan y trabajarán» con la máxima «dedicación y profesionalidad».
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el titular de Interior ha afirmado que su ejecutivo tiene plena voluntad de «colaborar y cooperar» con la Justicia y con la comisión de investigación del Congreso para esclarecer todo lo que rodea los atentados, pero siempre «respetando necesariamente la seguridad del Estado y desclasificando toda la documentación que se entienda que es razonable».
Según Marlaska, tras la publicación de la primera hornada de documentos que se hizo pública este lunes, y que certifican las reuniones entre miembros del CNI y el cerebro de los atentados, «si hay peticiones complementarias se valorarán», y el Consejo de Ministros «resolverá lo que considere conveniente».