Las encuestas sobre el estado de la opinión del barcelonismo no pueden considerarse fiables ni mucho menos creíbles cuando se sustentan en los canales digitales más populares y más numerosamente habitados por seguidores azulgrana que, por estadística, no son socios en su gran mayoría.
Las cuentas resultan sencillas, pues si hoy hay 100.000 socios del Barça en edad legal y antigüedad suficiente para votar, sólo en Catalunya y en grados de muy distinta intensidad puede conjeturarse que al menos alrededor de tres millones de personas se declaran simpatizantes del FC Barcelona y, por extensión, se sienten también legitimados para participar en los sondeos que proponen los medios a todas horas sobre la actualidad del club.
Igualmente, la directiva de Laporta lleva años dominando el arte de salir siempre vencedora en los resultados de todas las encuestas, sean de cualquier tipo, dimensión y temática.
También ha salido airosa, como no podía ser de otro modo, de la encuesta publicada por Mundo Deportivo en su edición de ayer sobre una muestra de 300 socios del club realizada antes del último partido de Liga en casa ante el At. Madrid. Laporta es el mejor presidente, Hansi Flick el entrenador ‘number one’ del mundo, la esperanza es ganar otro Triplete pronto y si hay que fichar el socio quiere a Nico Williams y Haaland.
Sólo en el ámbito de la gestión social la nota no llega al aprobado, según las explicaciones del medio por culpa de ese divorcio con la Grada d’Animació, finalmente expulsada y condenada a su desaparición. Laporta mejora la nota en todo, también en economía gracias al contrato de Nike y en lo social sube dos décimas hasta el 4,55 de nota (sobre 10).
Claro que las conclusiones se basan en la asignación de notas del 1 al 10 por parte de los socios. Nada más. No se sabe qué habrían respondido los socios a preguntas concretas sobre si aprueban las asambleas telemáticas, la comisión de 50 millones para Darren Dein, el déficit de 91 millones del último ejercicio, la posición del auditor sobre Barça Studios, los motivos por los que Laporta hace dos años que no consigue margen salarial suficiente para fichar, la extraña situación de Dani Olmo, a punto de quedar libre, la reforma de los estatutos pendiente, la suspensión del artículo 67º y un largo etcétera de asuntos incómodos y pendientes de resolución y de transparencia.
Y por último, el titular referente a las obras del estadio tampoco deja dudas: “Los socios, dispuestos a esperar a septiembre para volver al Spotify Camp Nou”, interpretación de un apretado marcador: un 52% aceptar esperar y el resto no. Da igual, en la tormenta mediática, el Barça de Laporta siempre gana.