El presidente del Gobierno de España, PedroSánchez, y los dirigentes autonómicos de toda España se encuentran este viernes en la XXVII Conferencia de Presidentes que se celebra en Santander. La cita llega en un momento político de fuerte polarización por la presión del PP, que hace días que centra sus discursos en la agenda judicial del PSOE. Sin embargo, La Moncloa espera que la reunión sirva para tratar un tema completamente sectorial: la crisis de la vivienda.
Desde la Generalitat de Catalunya, el presidente SalvadorIlla también ha resaltado su predisposición a encarar la cita con «actitud constructiva» a pesar de la hostilidad mostrada por varios barones populares, particularmente por el tema de la «financiación singular» acordada por el PSC y ERC.
Aunque no se reúne con una periodicidad fija, la conferencia de presidentes es el órgano de máximo nivel político de cooperación multilateral entre el gobierno central y las comunidades y tiene por finalidad debatir y adoptar acuerdos sobre asuntos de especial relevancia para el sistema autonómico. Este año, sin embargo, la cita puede acabar derivando en una caja de resonancia por las tensiones que mantienen el ejecutivo central y los distintos territorios, especialmente aquellos gobernados por el PP.
La previa de esta cumbre fueron unas reuniones entre Sánchez y los dirigentes autonómicos que tuvieron lugar sucesivos viernes de este otoño. Aquellos encuentros celebrados en La Moncloa sirvieron para que los territorios abrieran carpetas pendientes en infraestructuras o transferencias, pero también pusieron las bases del tono del debate que tendrá lugar en el Palacio de la Magdalena. De hecho, acudieron todos los presidentes menos la madrileña Isabel Díaz Ayuso, quien sí que estará este viernes en la conferencia.
Aunque se espera un encuentro de marcado contenido político, el orden del día de la cumbre promete que se hablará de vivienda -el tema que quería priorizar el gobierno español-, de la financiación autonómica, la inmigración y de los recursos sanitarios. Sin embargo, muchos de estos temas acordados en una reunión preparatoria el 28 de octubre han quedado tapados en las últimas semanas por la DANA que devastó la Comunidad Valenciana y el choque entre el gobierno español y la oposición que ésta causó de manera casi inmediata.
Las prioridades de Illa
Esquivando la tensión política que se vive en Madrid desde el inicio de la legislatura, el Gobierno de la Generalitat promete ir a la conferencia con «actitud constructiva» y voluntad de construir puentes. Así lo expresó este martes el presidente Illa desde el Parlament, donde afirmó que le gustaría que «todo el mundo pensara más en el interés general y el bien común que en los intereses electorales».
En cuanto a la financiación, el jefe del ejecutivo catalán espera poder defender ante el resto de presidentes su propuesta, aunque en el auditorio que se encontrará en Santander hay una mayoría de detractores. Sin embargo, en línea con Sánchez, el tema que Illa quiere priorizar no será la financiación -que debería tratarse en un próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera- sino la vivienda. De hecho, el Govern ha situado esta cuestión como una de sus principales prioridades y espera que de la reunión salga «un gran acuerdo».
En cuanto a la inmigración, Cataluña quiere que los presidentes autonómicos sean capaces de llegar a acuerdos «justos». Todo ello, en un momento en el que el PP aborda esta cuestión entre la voluntad de acogida e integración que defienden algunos barones -especialmente aquellos que gobiernan con mayoría absoluta- y los esfuerzos por satisfacer a Vox. De hecho, el partido de ultraderecha ya ha exigido a los populares que se alejen del PSOE en este campo si quieren sus votos para aprobar los presupuestos de las comunidades donde son decisivos.















