Varias administraciones públicas del país, como las Diputaciones de Tarragona y Lleida y algunos ayuntamientos, han renunciado a regalar este año los tradicionales obsequios navideños a sus trabajadores. El Ayuntamiento de Ascó, en la Ribera d’Ebre, por ejemplo, lo anunciaba este martes y lo justificaba aludiendo una sentencia del Tribunal de Cuentas del año pasado, que dice que una administración pública no puede asumir una «liberalidad de empresario» como esta.
Este Ayuntamiento, sin embargo, no es la primera ni la única administración pública que se ha curado en salud y ha tomado una decisión así de cara a esta Navidad. Por ejemplo, la Diputación de Tarragona anuló a mediados de noviembre una compra de 70.000 euros en obsequios para sus trabajadores.
En un sentido similar se pronunciaron hace unas semanas la Diputación de Lleida, la Paeria de Lleida, el Consejo Comarcal de El Baix Penedès o el Ayuntamiento de Calafell y el de El Vendrell. En total, miles de trabajadores públicos del país que se quedan sin lote de Navidad este año.
La resolución del Tribunal de Cuentas dice que la entrega del lote de Navidad es una cuestión ajena a los intereses públicos y, por tanto, no está justificado dedicar dinero y recursos públicos. El tribunal tampoco avala como causa suficiente la costumbre o la recompensa para una dedicación excepcional.
La sentencia hace referencia al caso del Ayuntamiento de Venturada, en la Comunidad de Madrid, que compró 110 lotes valorados en casi 12.000 euros. La Fiscalía consideró que la compra no estaba amparada legalmente y lo denunció.
La justicia acabó condenando al alcalde a devolver esta cantidad y a declarar su responsabilidad contable por haber imputado al presupuesto municipal los regalos, que se distribuyeron entre los empleados municipales y otros colectivos del municipio.