La última querella surgida del sector independentista por el supuesto espionaje de 65 de sus representantes según el informe CatalanGate la ha presentado la asociación Sentinel Alliance, que tiene la base en Suiza y un portal en Internet que está registrado por Njalla Okta, una empresa con sede en el paraíso fiscal Saint Kitts and Nevis. Este paraíso fiscal, situado en el Caribe, es el mismo que utilizó Francisco Correa, el jefe del entremado de la Gurtel de financiación ilegal del Partido Popular.
Njalla Okta es propiedad del ‘hacker’ sueco Peter Sunde, conocido porque antes había fundado The Pirate Bay, un portal que servía para piratear canciones, películas, videojuegos o acceder a páginas pornográficas. Sunde, que pasó cinco meses en prisión por sus actividades de pirateo informático, ya ofreció los servicios de Njalla Okta para que los impulsores del referéndum independentista del 1 de octubre de 2017 pudieran crear webs de promoción de esta consulta sorteando los esfuerzos de la Guardia Civil para cerrarlas. Este portal, que dificulta saber quiénes son las personas o entidades que hay detrás de una web, también fue utilizado en las que se crearon con las direcciones cataloniavotes.today, defensaexili.org o governrepublica.org.
La campaña de Tsunami Democràtic para organizar acciones de protesta contra la sentencia del Tribunal Supremo por la celebración del referéndum y la proclamación de la independencia funcionó con patrones similares con el fin de ocultar a los expertos que organizaron la infraestructura tecnológica que lo hizo posible. Tres de estos expertos, que mantuvieron un contacto habitual con Carles Puigdemont cuando huyó a Bruselas y se implicaron en la organización de Tsunami Democràtic, fueron espiados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) según reconoció su directora Paz Esteban en una sesión de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados. Ahora se han animado a sumarse a las numerosas querellas que se han planteado relacionadas con el CatalanGate. Se trata de Jordi Baylina, Xavier Vives y Pau Escrich. Los tres se han animado a presentar la querella unos días después de que el Tribunal Supremo archivara de forma definitiva la investigación del Tsunami Democràtic.
También se han añadido a la presentación de la querella Elies Campo, coordinador del CatalanGate, Joan Matamala, amigo íntimo de Carles Puigdemont, y Joan Arús, que en la presentación de Sentinel Alliance dijo que a él también lo habían espiado pero no sabía con qué sistema lo habían hecho. La querella va dirigida contra el CNI, la Guardia Civil y las empresas que han creado los programas de espionaje Pegasus y Candiru.
Los creadores de Sentinel Alliance aseguran que esta asociación está concebida para defender a las víctimas de espionaje en todo el mundo y animan a todo el mundo que haya sufrido esta práctica a que se lo comunique. Sería muy curioso que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuyos teléfonos fueron infectados con Pegasus se apuntaran a Sentinel Alliance.