El exsecretario general del PSM, Juan Lobato, ha entregado este viernes al Tribunal Supremo su teléfono móvil y el acta notarial que registró con los mensajes que intercambió con una asesora de La Moncloa. Lobato ha declarado durante cerca de una hora y media ante el juez Ángel Hurtado, que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la supuesta filtración de datos personales de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, el empresario Alberto González Amador. Tras declarar, Lobato ha explicado que ha entregado el móvil voluntariamente porque «los socialistas siempre llevan la verdad y la ley por delante».
Lobato ha declarado voluntariamente durante una hora y media. Ha llegado al Tribunal Supremo poco antes de las 10 de la mañana. Lo ha hecho con una carpeta con el logo del PSOE bajo el brazo donde llevaba el acta notarial con los mensajes que supuestamente recibió de La Moncloa.
El que hasta el miércoles era secretario general del PSOE madrileño ha comparecido como testigo en la causa del Supremo por la supuesta filtración de datos personales de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el empresario Alberto González Amador, que previamente había reconocido dos delitos fiscales.
El juez del Supremo Ángel Hurtado investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a quien relaciona con la filtración a la prensa de los datos de González Amador en el marco de un intento de la Fiscalía por rebatir las mentiras del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, sobre un acuerdo inexistente entre Amador y el ministerio fiscal.
Lobato fue citado después de que el diario ABC publicara que, como secretario general del PSM, había ido a una notaría a registrar conversaciones de WhatsApp con Pilar Sánchez Acera, jefa de gabinete del ministro de Transformación Digital. En estas conversaciones se habría mencionado información sobre González Amador.
Según el rotativo, Sánchez Acera pidió a Lobato que utilizara estos datos en un debate en la Asamblea de Madrid, pero él se negó, alegando que eran confidenciales. Los datos aparecieron ese mismo día en la prensa. Lobato abandonó el cargo después de que trascendiera que había registrado ante notario una conversación con Pilar Sánchez Acera, jefa de gabinete del ministro de Transformación Digital.
Algunos dirigentes del PSOE le han atribuido falta de lealtad y él denunció que era objeto de un «linchamiento» por parte de miembros del partido. De fondo, la voluntad de la dirección de los socialistas de relevarlo como líder del PSM durante el Congreso territorial que los socialistas madrileños celebrarán en los próximos meses.
Con su salida, Lobato facilita el camino para que el PSOE pueda situar al ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, al cargo de líder de los socialistas madrileños.















