El Gobierno de la Generalitat de Catalunya ha aprobado este martes el Plan Bruselas, un documento que pretende «relanzar la relación de Cataluña con las instituciones europeas» y «recuperar tiempos y espacios» en la Unión Europea (UE). La estrategia para reforzar «la presencia y capacidad de influencia» catalana en las instituciones europeas la liderará el Departamento de Unión Europea y Acción Exterior de Jaume Duch, e intentará que Cataluña incida en temas clave como el marco financiero plurianual 2028-2034, la oficialidad del catalán, la vivienda, la política agraria común, la modernización de la administración pública, la cooperación al desarrollo y el nuevo Pacto por el Mediterráneo.
El plan prevé ganar influencia en los espacios de decisión del Consejo de la Unión Europea, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Comité de las Regiones, así como también en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y en la administración general del Estado, especialmente en la Conferencia de Asuntos Relacionados con la Unión Europea. El Plan Bruselas también estipula que hay que incidir en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea y la Comisión Bilateral Generalitat-Estado.
Para conseguirlo, el plan plantea «aumentar la presencia de la Generalitat en las formaciones del Consejo de la Unión Europea» -donde las administraciones autonómicas pueden participar de la mano del Estado-; «reforzar la interlocución» con las direcciones generales de la Comisión; o nombrar al presidente catalán, Salvador Illa, como miembro titular del Comité de las Regiones, y al consejero Duch como miembro suplente para el periodo 2025-2029.
Asimismo, se potenciarán las relaciones con las oficinas de las instituciones europeas en Barcelona, haciendo con ellas planes de trabajo anual, así como la cooperación con redes europeas como los Cuatro Motores de Europa, la Eurorregión Pirineos Mediterráneo, la Conferencia de Regiones Periféricas Marítimas y la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. También se trabajará en una mayor cooperación con el mundo académico y local.
El acuerdo de gobierno aprobado remarca la «vocación europeísta incuestionable» de la sociedad catalana, y avisa de que los próximos años serán «determinantes» para definir las prioridades de la Unión Europea, tanto para decidir dónde se destinan recursos como para plantear qué papel debe jugar Europa en un mundo cada vez más complejo. Así, el ejecutivo catalán señala que los valores democráticos están «amenazados» por populismos y extremismos y apuesta por dotar a la Unión Europea «de autonomía estratégica».
En este sentido, la Generalitat propone crear un grupo de trabajo mixto para incrementar el impacto que Cataluña puede hacer en las políticas europeas en materia de reindustrialización y competitividad. Para el Govern, hay que hacer «oír la voz» de la sociedad catalana en todos los próximos debates de la Unión Europea: «Cataluña debe participar del liderazgo de Europa», ha manifestado Duch.