Tras la asamblea de Sabadell, la CUP quiere «ser mucho más útil» y «no dejar de lado las preocupaciones» de los catalanes. Así lo ha asegurado el nuevo secretario general y portavoz de los anticapitalistas, Non Casadevall, que ha defendido que «la institución debe ser capaz de responder» a cuestiones como la vivienda.
En una entrevista con la Agencia Catalana de Noticias (ACN), Casadevall «no cierra la puerta» a negociar con el gobierno del socialista Salvador Illa, empezando por los presupuestos. En este sentido, ha afirmado que el ejecutivo «les encontrará» si hay un viraje en sus políticas, lo que admiten que será «complicado».
«Estamos dispuestas a ir, decirles las verdades y poner sobre la mesa que el problema con la vivienda no es que no se pueda hacer, sino de voluntad política», ha puesto de ejemplo. «Si quieren, lo pueden hacer y a nosotros nos encontrarán. Pero no nos encontrarán cuando realmente se trate de maquillar la situación de la vivienda y decir que no puede ser un derecho, sino un bien de consumo», ha añadido. Justamente sobre esta materia, ha lamentado que el presidente Illa proponga «recetas viejas», como construir pisos públicos, que ya hizo el expresidente José Montilla, y señala que hay 400.000 pisos vacíos.
Los anticapitalistas también ven «complicado» que los socios de investidura, ERC y Comuns, «estiren al PSC a hacer políticas de izquierdas», porque están «atados» por los acuerdos a los que llegaron. Del mismo modo, lamentan que Junts «cada vez se está derechizando más». En este contexto, se sitúan como «la única oposición real en el Parlamento».
El pasado septiembre, la CUP puso punto final al Proceso de Garbí, de refundación del espacio político, en el que se aprobaron unos nuevos documentos organizativos y estratégicos para enfrentar el nuevo ciclo político. También salió una nueva estructura, con la creación de la figura de secretario general, que ocupa Casadevall, y una coordinadora nacional, cargo que ha recaído en Berta Ramis.
En la entrevista con la ACN, Casadevall apunta que los cambios «se notarán» con que han resuelto la dicotomía calle-instituciones y que apuestan por incidir en las políticas públicas. «Se notará con una CUP que no dejará de lado a la gente que no llega a final de mes, que destina más de la mitad del sueldo a pagar una vivienda, que es desahuciada en situaciones de emergencia», ha explicado el dirigente anticapitalista.