El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha defendido este sábado que «Cataluña necesita barrios nuevos». Ha participado en el acto de colocación de la primera piedra de una promoción de 70 viviendas de protección oficial de la Cooperativa Llar Unió Catalonia en Viladecans. Esta promoción se ubica en el nuevo barrio de Levante del municipio e Illa ha elogiado que el Ayuntamiento de este municipio construya un barrio nuevo.
«Tenemos que construir más viviendas en barrios enteros nuevos», ha resaltado. El presidente también ha apostado por reducir a la mitad el tiempo que se tarda actualmente para hacer vivienda nueva, sobre todo a partir de la agilización de los trámites, pasando de 100 a 50 meses.
Illa ha situado la vivienda como uno de los «principales problemas» de Cataluña, España y Europa, porque «afecta de manera muy directa a la igualdad de la sociedad». El presidente ha constatado que, aunque la economía funcione «bien» y se haya hecho un «esfuerzo» para aumentar las rentas del trabajo y revalorizar las pensiones, el precio de la vivienda crece «de manera demasiado desproporcionada».
En este sentido, ha explicado el plan del ejecutivo catalán para construir 50.000 viviendas asequibles hasta 2030, una cifra que califica «de ambiciosa, pero posible», con una inversión de 1.100 millones anuales en políticas de vivienda durante un periodo de cuatro años. Con actos como el de este sábado en Viladecans, Illa ha asegurado que se están dando «los primeros pasos» con «primeras piedras» y ha dicho que durante las próximas semanas se harán «muchos actos» de «primeras piedras».
Para conseguirlo, habrá que contar con los ayuntamientos para que «pongan suelo a disposición y aceleren trámites» y con cooperativas como la que ha puesto en marcha la promoción de Viladecans, ha dicho Illa. «Necesitaremos a muchos agentes, a muchos sectores públicos y privados, para hacer posible este reto», ha destacado.
Illa cree que será necesario un «esfuerzo» de todas las partes para «agilizar los tiempos». Remarca que es difícil acortar el tiempo de construcción de las viviendas, pero que sí se puede hacer en pasos previos como la calificación del suelo y la concesión de licencias. El presidente ha situado en 100 meses (unos ocho años) el estándar de tiempo que pasa ahora mismo en Cataluña «entre que se decide que en un lugar que no tiene la calificación urbanística necesaria se construirá un barrio nuevo y viviendas nuevas y que hay vivienda acabada». Illa ha situado el reto de reducir este plazo a 50 meses, unos cuatro años. «Tenemos que ir más deprisa, haciéndolo bien», ha dicho.
