El exconsejero Raül Romeva preside la fundación de ERC, la Fundación Irla, desde enero de 2024 a pesar de estar inhabilitado por el procés independentista. El entonces gobierno presidido por PereAragonès lo incluyó en el registro oficial que depende del Departamento de Justicia. Según publican El Periódico y La Vanguardia, desde la Fundación Irla argumentan que se le escogió presidente después del acuerdo sobre la amnistía, una norma que entró en vigor en junio, pero que aún no se le ha aplicado.
Según el artículo 332-3 del libro tercero del Código Civil catalán, una persona inhabilitada para ejercer cargos públicos no puede formar parte del patronato de una fundación. Otras condiciones para ser patrón de una fundación son, además de no estar inhabilitado, no haber sido condenado por delitos contra el patrimonio o contra el orden socioeconómico o por delitos de falsedad.
Romeva fue condenado a 12 años de prisión y de inhabilitación absoluta por los delitos de sedición y malversación en el procés independentista. A pesar del indulto y la reforma del delito de sedición, el Tribunal Supremo decidió mantener su inhabilitación hasta el 2030 al considerar que había malversación agravada, y ha rechazado también aplicarle la ley de amnistía. Actualmente está a la espera de la resolución del Tribunal Constitucional.
Las condiciones que impone el Código Civil también podrían afectar a la ya expresidenta de Junts, LauraBorràs, a quien el partido posconvergente ha situado como presidenta de la nueva fundación. En su caso, la sentencia por su gestión al frente de la Institución de las Letras Catalanas (ILC) no es firme, pero está condenada por falsedad documental.
Fuentes del Departamento de Justicia, que ahora lidera Ramon Espadaler, aseguran que harán un informe sobre la situación jurídica de todas las fundaciones vinculadas a los partidos.