Que considere si la intervención de Pilar Rahola en el programa Col·lapse de TV3, el pasado 26 de octubre, defendiendo la actuación de Israel en el genocidio que comete contra Palestina es “contrario a los valores de tolerancia y respeto que se exigen en los medios de comunicación”. Joel Díaz, que colabora en Col·lapse, lo pidió en un post en la red X. Hacía referencia con la expresión citada en el post a la petición que envió el secretario de Medios de Comunicación y Difusión de la Generalitat, Carles Escolà, al Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC) para que estudiase si una broma del humorista de TV3 y Catalunya Ràdio hablando de violar a una hija de la dirigente de Aliança Catalana Sílvia Orriols era compatible con los valores que deben defender los medios públicos .
El post de Díaz decía exactamente: “Me pregunto si el Secretario de Medios de Comunicación de la Generalitat cree que esto «incita al odio» o que «genera un clima de tensión innecesario», o lo considera «contrario a los valores de tolerancia» y respeto que se exigen a los medios de comunicación».
El Libro de Estilo de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) insta a sus trabajadores y colaboradores a no emitir opiniones públicas o mensajes en las redes sociales que puedan perjudicar su imagen de objetividad. Muchos profesionales de estos medios han incumplido esta norma en los últimos años sin que el CAC se lo recriminase. La novedad es que ahora sus mensajes van también contra el gobierno de la Generalitat desde que lo detentan los socialistas.
El CAC, en su línea habitual de encubrir y justificar las salidas de tono de los humoristas independentistas de TV3 y Catalunya Ràdio, concluyó que no había nada digno de ser sancionado en la broma de Díaz sobre la violación de la hija menor de edad de Sílvia Orriols.