El voluntariado en Valencia para ayudar en las tareas de limpieza tras la DANA ha sido abrumador, con unas 12.000 personas reunidas en la Ciudad de las Artes y las Ciencias para colaborar. A pesar de la buena intención, la afluencia masiva ha desbordado la organización y muchos voluntarios se han quedaron esperando o sin poder acceder a los autobuses para desplazarse a los pueblos afectados, lo que ha generado frustración e indignación.
Esta situación ha derivado en varias quejas. Los que han logrado subir a los autobuses también se han encontrado con problemas, como la falta de coordinación en los destinos. Algunos vehículos han perdido tiempo buscando puntos de intervención adecuados y, al llegar a los pueblos, muchos voluntarios no sabían a dónde dirigirse ni qué tareas debían realizar debido a la falta de indicaciones claras, lo que evidenció la ausencia de planificación.
Ante esta situación, la organización ha prometido mejorar la logística para el día siguiente y ha ofrecido justificantes a los voluntarios para que puedan regresar sin tener que esperar tanto. Aun así, el caos ha reflejado una necesidad urgente de una mejor gestión en futuros operativos de ayuda masiva, ya que las labores de coordinación han sido insuficientes para aprovechar toda la voluntad de apoyo de los ciudadanos movilizados.