Los delegados en el congreso nacional de Junts en Calella han optado por mantener las candidaturas «cerradas y bloqueadas» en la dirección del partido. Según fuentes del partido, la enmienda a favor de candidaturas abiertas ha sido rechazada con 43 votos a favor, 238 en contra y 7 en blanco. Esta medida fue introducida por la dirección para evitar que determinados dirigentes reciban «votos de castigo», como sucedió hace dos años en Argelès con David Torrents, secretario de organización y afín a Laura Borràs.
Tampoco ha prosperado la enmienda contra la doble militancia ni la que pedía un requisito de seis meses de antigüedad para optar a cargos. Esta condición fue suprimida para flexibilizar la entrada de independientes en la ejecutiva de la formación.
Durante tres días en Calella, Junts renovará su estrategia y también su dirección, en torno a Carles Puigdemont como presidente y Jordi Turull como secretario general. También tendrán un papel destacado Judith Toronjo, que será secretaria de organización, y Mònica Sales, Míriam Nogueras, Josep Rius y Antoni Castellà, que serán vicepresidentes. En cambio, Laura Borràs se apartará en la nueva fundación del partido –FunDem, heredada de Demòcrates–, y sus dirigentes afines darán paso.