Uno de los chicos que pegó carteles contra los Maragall dice que confesó a los Mossos a cambio de 50 euros e inmunidad

Admite que pidieron dinero a ERC cuando se les imputó un delito de odio

Carteles despectivos sobre el Alzheimer de Pasqual Maragall pegados junto a una sede de ERC en Barcelona
Carteles despectivos sobre el Alzheimer de Pasqual Maragall pegados junto a una sede de ERC en Barcelona.

Uno de los tres chicos que colgó carteles contra los Maragall ha asegurado que confesó a los Mossos d’Esquadra a cambio de 50 euros y de su inmunidad en el caso. En una entrevista en Catalunya Ràdio, el joven, de nombre Pau, ha explicado que se le dirigió un hombre y que le propuso un trato con el objetivo de que se conociera la autoría de los polémicos carteles.

Esa misma noche fue a Barcelona y, cuando estaba de fiesta en el Puerto Olímpico, se dirigió a un agente de los Mossos y le dijo que él había pegado los carteles que vinculaban a los Maragall con el Alzheimer. Asimismo, también ha explicado que cuando se les imputó un delito de odio, pidieron dinero a ERC. Según ha dicho, el partido pagó a su compañero, pero él no ha recibido nada.

El joven ha relatado que un día se le acercó un hombre y, en castellano, le propuso que acudiera a Barcelona para confesar que él había sido el autor de los polémicos carteles. También le aseguró que de ese modo se archivaría el caso, cosa que acabó ocurriendo. Este encuentro se produjo antes de que se supiera que la autoría de la acción venía desde dentro del partido, recoge la ACN.

El chico no quiso revelar el nombre que le dio el hombre y ha asegurado que se presentó con una identidad que no sabe si es real. De hecho, según ha dicho, se ha comunicado por teléfono con él dos veces más desde números diferentes y él no puede hablar con él porque, cuando lo intenta, la línea de teléfono ya se ha dado de baja.

Sin decírselo a los otros dos compañeros con los que colgó los carteles, Pau fue a Barcelona y cumplió el trato. El agente de los Mossos al que se dirigió tomó nota de la confesión y al cabo de unos días les citaron para declarar, según la misma información.

Por otro lado, también ha explicado que, junto con su compañero que tenía tratos con el militante de ERC de Anoia, decidieron pedir dinero al partido, teniendo en cuenta que se les imputaba un delito de odio. «Diles que si no aceptan, cantaremos», le propuso Pau, siempre según su relato, y finalmente el partido aceptó pagar a su compañero pero no a él.

El joven, que ha asegurado que no volvería a fijar los carteles, dice que no es de ningún partido político y que cuando realizó la acción no era consciente del contenido de los carteles. En este sentido, ha afirmado que le gustaría pedir disculpas a los hermanos Maragall.

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