La víctima siempre es víctima. No hay víctimas de primera y de segunda. O así debería ser. Esto debería quedar muy claro y en principio, nadie duda de ello. Sin embargo, si vemos las noticias o escuchamos discursos de ciertos políticos, podremos ver de primera mano que hay temáticas en las que hemos avanzado mucho e incluso se abren los telediarios hablando de ellas -como la violencia machista, la violencia LGTBi+ o la violencia racista- y en otros casos, o sale como una noticia más o directamente no sale . Siempre he dicho que se tiene que estar del lado de la víctima, y estoy seguro de que se puede hacer mucho más en la lucha contra la discriminación de la mujer, por los derechos de los homosexuales o por no juzgar una persona por su color de piel.
Pero también tengo clara una cosa. No se habla de todos los problemas ni de todas las víctimas, y aún menos se habla lo suficiente de lo que con tiempo y lucha se ha conseguido concienciar a la gente. Lo interesante sería ver de qué casos hablamos y el motivo de hacerlo. Adelanto que el motivo lo dejaré a libre disposición del lector o lectora ya que son teorías no demostradas pero lo que sí sé es que hay datos terribles que muchas veces la gente desconoce. Por ejemplo, un estudio reciente de Save The Children señala que en España la edad media a la que empiezan los abusos sexuales son los 11 años y que en el 80,3% de los casos la víctima es un niño o un adolescente. Además, el 96% de los abusadores no tiene antecedentes penales relacionados con violencia sexual y señala que se sigue exigiendo prevención, detección y actuación. Para mi son igual de importantes las mujeres que los niños, pero se habla más de la mujer que del menor, y no estoy de acuerdo. Un niño es lo más sagrado que hay y en España el riesgo de pobreza infantil es una de los que lidera Europa. Los estudios señalan que uno de cada cinco menores en España sufre algún tipo de abuso sexual como publicó una fundación tan relevante como la Vicky Bernadet.
Tenemos estudios tan terribles como necesarios que nos dicen que la primera causa de muerte en jóvenes de 18 a 30 años es el suicidio. Y cada año que pasa, las víctimas de suicidio van a más, no a menos. Este año se estima que subirá un mínimo de un 8% y concretamente las cifras entre menores de 15 años se han triplicado respecto 2019. ¿Sabía usted que la principal causa de suicidio entre los jóvenes es el acoso escolar y el abuso sexual? En ese mismo orden. Son datos extremadamente preocupantes, igual que los de las mujeres que mueren a manos de sus parejas o exparejas. En el primer caso aún estoy esperando políticas progresistas de salud mental por parte del Gobierno y más datos y noticias en televisión sobre esta temática de bullying, suicidio, salud mental o abusos sexuales mientras que en el caso de la violencia contra la mujer ya se están haciendo desde hace años políticas feministas para frenar la lacra de la violencia machista.
Estos datos relatados en este mismo artículo, los recogen personas como Alvise Pérez que lo resume como un “sistema criminal, corrupto, de narcotraficantes y pedófilos.” En las pasadas elecciones europeas ya sacó más de 800.000 votos y representación parlamentaria sin programa electoral ni propaganda televisiva. Y se espera que las próximas elecciones generales en España saque de nuevo muchos votos,como refleja el propio CIS. ¿Todos sus votantes son fachas? Este nuevo partido de ardillas rebeldes para algunos y de fascistas antisistema para otros, Se Acabó la Fiesta, hay quién lo ve como la única solución “a la desesperada”. Mi pregunta es porque un señor como Alvise habla constantemente de pedófilos en nuestro país y los partidos en lugar de reaccionar y legislar ante este grave y demostrado problema, te dicen que hay que levantar un muro contra la derecha. ¿No sería más importante levantar un muro contra los corruptos o los pedófilos?
Los niños son sagrados y no entienden de ideología ni fronteras. Quiero un país que me dé garantías de que estarán seguros, quiero regeneración y nuevas leyes, como una ley nacional contra el acoso escolar, que la iglesia deje de tener el poder que tiene en escuelas, instituciones o en el mundo en general, que no se tenga miedo de hablar de la primera causa de muerte en jóvenes españoles liderando Europa y sobre todo, quiero políticos competentes que legislen y estén siempre al lado de la víctima.
Quién piense que esto va de derechas, izquierdas, nacionalismos o similares, es que simplemente es un incapaz de empatizar con las víctimas de todas las injusticias y desigualdades que sufrimos en nuestro país.