Una amplia mayoría de los integrantes de la Junta de Fiscales ha apoyado este jueves la decisión del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, de no dimitir a pesar de que el TribunalSupremo le haya abierto una causa por un supuesto delito de revelación de secretos por difundir datos sobre Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso. En la reunión, García Ortiz ha negado haber filtrado ningún correo, y ha defendido que mantenerse en el cargo es lo mejor para la institución.
Aunque no se ha producido ninguna votación sobre la continuidad del fiscal general, sí que ha habido un turno de intervenciones en el que ocho de los 35 fiscales que integran el órgano lo han instado a dejar el cargo al frente del ministerio público, tal como le exige el PP. Según ha defendido García Ortiz, él no está investigado ni imputado por el Supremo en la causa sobre la filtración de datos de la investigación por delito fiscal de la pareja de Díaz Ayuso, sino que el tribunal solo ha explicitado que es “el único órgano competente para investigar” a este cargo.
Sin embargo, el fiscal general sí que ha admitido que la causa abierta en el Supremo le ha causado «mucha preocupación», a pesar de que esto no hará que deje el cargo al frente de la Fiscalía General.