El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha acusado a PP y Vox de usar la inmigración como una herramienta para «inocular odio a la sociedad» y «ocultar su falta de proyecto» político. Según Sánchez, «la derecha y la ultraderecha quieren que la armada deje de auxiliar a náufragos y se dedique a hundirlos», lo cual, ha dicho, «condenaría a España al ostracismo internacional, al estancamiento económico y a la miseria moral». El presidente español también ha desmentido los «bulos» que relacionan delincuencia e inmigración y ha recordado que España «es un país de emigrantes» y tiene el deber de ser «una sociedad de acogida, tolerante y solidaria».
«Vox y el PP nos dicen que los migrantes nos vienen a quitar el trabajo, pero la realidad es que la mayoría de ellos hacen trabajos invisibilizados, con un alto grado de precariedad y que sin ellos sectores como la agricultura, la construcción y la hostelería se hundirían, porque suponen entre el 25 y el 50% de sus trabajadores», ha explicado Sánchez, que ha destacado que «la mitad de las personas que trabajan cuidando a nuestros hijos, padres y abuelos, son personas migrantes, y los cuidan con respeto y afecto, como si fueran su propia familia». A pesar de que Vox y PP dicen que los migrantes «vienen a vaguear y a acaparar subsidios», lo cierto «es que presentan una tasa de actividad cuatro puntos superior a la de los ciudadanos nacionales, que aportan el 10% de los ingresos a la Seguridad Social y que utilizan los servicios públicos un 40% menos que los nacidos en España», ha detallado el jefe del ejecutivo central.
Por otro lado, Sánchez ha recordado que los datos demuestran que la tasa de delincuencia de los migrantes «es igual a la de los españoles, ni mayor ni menor», porque «la realidad es que los extranjeros no son mejores ni peores que el resto de las personas, son iguales». En este sentido, ha criticado «el problema de la desinformación sobre la inmigración» que contamina «el debate público», porque este es un debate «contra mitos más que contra realidades», pero «lo que está en juego es «la tolerancia» y «la prosperidad de la economía, la sostenibilidad de las pensiones, el futuro de nuestros hijos y la dignidad de nuestro país».
«Quieren que la armada hunda cayucos»
A parecer del presidente del gobierno español, «la derecha y la ultraderecha quieren que la armada deje de auxiliar a náufragos y se dedique a hundirlos», porque «enviar fragatas contra cayucos es esto», y «quieren reemplazar los centros de acogida por campos de detención», así como «cambiar la atención individual por deportaciones masivas e indiscriminadas» y «expulsar a todo el mundo que no piense, vista y luzca como ellos». «Lo quieren porque en el fondo solo les interesa esta cuestión para generar alarma social y ocultar la falta de proyecto político», y porque «el miedo abre las puertas que las urnas les negaron», ha concluido Sánchez.
