Laporta avergüenza y humilla al auditor al que culpa del retraso en las cuentas

La junta justifica no haber aprobado aún la liquidación del ejercicio en el que Grant Thornton le ha “pedido más tiempo”, hasta el lunes, después de tres meses de conflicto y discrepancias por el falso valor de Barça Studios (408 millones) que no se sostiene por ningún lado

Joan Laporta

El cierre definitivo del ejercicio 2023-24 no ha defraudado las expectativas de quienes, desde hace meses, seguramente demasiados, conjeturaban un conflicto áspero entre JoanLaporta y el auditor a la hora de reflejar en el balance la desvalorización de Barça Studios (Barça Vision) un año después, en la presentación de los resultados del anterior curso, el presidente le hubiera colado un gol por toda la escuadra. Lo hizo mediante maniobras que, con el paso de los meses, han dejado en una posición más que ridícula y comprometida a Grant Thornton, la compañía que hace dos años tuvo que tapar urgentemente la fuga de Ernst & Young, precisamente en el origen de ese trasteado y ruinoso escándalo financiero de la venta de Barça Studios por el que sangra la economía azulgrana sin remedio.

El último y vergonzoso episodio, tres meses después del cierre formal de la temporada -el 30 de junio pasado- y a cuatro días del límite para la aprobación de las cuentas, la directiva tuvo que excusarse en que el auditor le ha pedido cuatro días más de tiempo, hasta el lunes, para acabar de afinarlas. Esta prórroga final y extrema sólo puede explicarse porque las partes siguen enfrentadas y opuestas en la formulación de unos resultados que, en cualquier caso, serán objeto de polémica cuando finalmente se hagan públicos.

Por un lado, Laporta ha venido pregonando y presumiendo desde junio de haber ingresado más dinero del que se ha gastado por primera vez en seis años, eso sí, “en el negocio ordinario”, un concepto que a la fuerza ha añadido a su discurso en previsión de que esa obra maestra del engaño y la farsa contable de Barça Studios le diera una bofetada de cientos de millones de pérdidas.

Si hay que esperar al lunes es porque el jueves, en la reunión ordinaria de la junta correspondiente al mes de septiembre, los estados financieros no le gustaban a Laporta porque mostraban ese descosido que ya fue advertido por el exdirectivo del Barça EvaristMurtra públicamente, hace meses, en un artículo donde, además de relatar la precariedad del club producto de la gestión de Laporta, desafiaba a su vicepresidente económico, EduardRomeu, jugándose un café, a que el auditor no tendría más remedio que transformar en pérdidas buena parte de los 408 millones del valor contable atribuido a la compañía creada en su momento para esa operación, Bridgeburg Invest. Antes que aceptar esa apuesta, Eduard Romeu optó por dimitir de su cargo significativamente.

Hasta el lunes se va a librar, por lo tanto, esta tormentosa batalla final entre la necesidad cada vez más urgente y apremiante de Laporta de disimular el fraude de Barça Studios -pufo lo llama Víctor Font, sin medias tintas- y la obligación profesional del auditor de no volver a ser el tonto de la película por tercer año consecutivo.

Grant Thornton, que ahora sí que se juega el prestigio internacional que intentaba ganar como el elegido para el control de las cuentas del FC Barcelona, sólo tiene tres posibles alternativas. Una sería la de confabularse con su cliente y mirar hacia otro lado como si nada, confiando en que las promesas del presidente se cumplan por primera vez en la historia. La segunda, contrariamente, pasaría por aplicar el mínimo rigor técnico y restar a esos 408 millones en libros de Bridgeburg Invest el importe de las inversiones fallidas hasta ahora, de 90 millones, y el cálculo proporcional de la pérdida del valor de equivalencia dado el año pasado por el 51% de la propiedad del Barça, de 208 millones. Una tercera vía se quedaría a medio camino si el auditor considera intocables esas cifras porque así lo cree Laporta, aunque dejando constancia de una salvedad por parte del auditor que le estaría enseñando al mundo el borrón cometido por Laporta y la trampa contable de darse ingresos falsos sin consecuencias en el resultado del ejercicio.

El problema para Grant Thornton radica en que ese montaje contable de Laporta, incluidos la renuncia a ese otro pufo y fracaso monumental de su cotización en el Nasdaq; los impagos reiterados de Libero; el desistimiento legal de esa reclamación contra el fondo alemán; los incumplimientos de Orpheus Media y de Socios.com; la forzada y mafiosa entrada accionarial de Aramarak y la confesión del propio Javier Tebas de que también a LaLiga le metieron un gol con la palanca de Barça Studios, ha sido retransmitido por los medios, de manera que ahora mismo el gremio de auditores internacional tiene puesto el foco en su actuación y en si es capaz de poner en su sitio a Laporta.

Ahora, a diferencia de hace dos años tiene el viento mediático en su contra, pues en verano de 2022, cuando LaLiga cerró a Laporta la vía descontrolada de las palancas a cambio de ingresos futuros, como el 25% de los derechos de televisión de la Liga durante 25 años, la firma británica Grant Thornton International aceptó la de Barça Studios que había rechazado de plano Ernst & Young, el anterior auditor, motivo por el cual decidió no seguir trabajando para el Barça. Aquel ya fue un acto de fe extremo, al límite, por parte de un auditor que para conseguir ese contrato empatizó desmedidamente con los deseos del presidente.

Atrapado en sus fauces, el verano pasado tuvo que llevar aún más allá de la ficción y de la imaginación la exigencia de Laporta de mantener los 200 millones consolidados de la venta de Barça Studios en 2022, pese al impago de los 60 millones del primer plazo (15 de junio de 2022) que suplió con ese acuerdo con Libero (40 millones) y Nipa Capital (20 millones) que tenían que aportarlos antes del 31 de diciembre pasado. Nunca llegaron los 40 millones de Libero ni tampoco los 60 millones del segundo plazo vencido el 15 de junio de este año con la más que fundada sospecha de que el tercero, previsto para el 15 de junio de 2025, tampoco se completará.

Laporta le ha ofrecido esta vez más promesas, 10 millones de los 25 aportados por Aramarak -15 de los cuales han servido solo para que Orpheus Media y Socios.com puedan desprenderse de sus acciones y recuperar su inversión en un negocio que nació muerto- y otro plan de negocio que no se cree nadie y mucho menos Nike -como es notorio- por más que el presidente vaya filtrando que Nike y Spotify acabarán invirtiendo una millonada en Barça Vision, que no ha facturado ni un solo euro en dos años.

Para mayor vergüenza de Grant Thornton, la junta de Laporta le ha dicho a sus socios, a través de la prensa, que el auditor le ha pedido más tiempo, hasta el lunes, para acabar de cerrar las cuentas, tres meses después del cierre de la temporada. Habrá que ver si aguanta este otro agravio y esta nueva humillación pública.

El lunes que viene también podría darse un cuarto escenario, el de la irrupción de un nuevo auditor si al final Grant Thornton no quiere saber nada más de Laporta ni de sus tejemanejes y otra compañía se aviene, como hizo ella en su día, a ocultar la realidad financiera y económica del FC Barcelona. Pase lo que pase, será un mal final para esta otra película de terror.

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