La inmigración ha pasado de ser el cuarto al primer problema para los españoles entre los meses de julio y septiembre. Según el último barómetro mensual del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 30,4% de los encuestados señala ahora esta cuestión como uno de los tres primeros problemas que afronta España, por delante de los problemas políticos y el paro. En junio, este porcentaje era tan solo del 11,2%.
Sin embargo, la percepción varía cuando se pregunta por los problemas que afectan personalmente a los encuestados. En este caso, la «crisis económica» y los problemas de naturaleza económica encabezan el listado, y un 30,2% de los encuestados lo escogen como el primero, segundo o tercero de sus problemas. En este apartado, la inmigración no es vista como el principal problema: de hecho, cae hasta el sexto lugar de quienes lo identifican como su principal problema, y en el quinto de quienes lo enumeran entre sus primero, segundo y tercer problema.
Todavía sobre inmigración, el CIS refleja que el 87,3% considera que las desigualdades entre países ricos y pobres son una de las causas de «el aumento de la inmigración» en España, y el 72,2%, que países desarrollados como España tendrían que hacer más esfuerzos para ayudar al desarrollo de los países más pobres.















