«Todos somos identificables, y manipulables»

Entrevista a Luis Campo Vidal

Luis Campo Vidal

Ingeniero consultor. Experto en televisión, tecnologías de la información y redes. Escritor. Autor de cinco novelas, la primera de ellas Robo en el Museo Dalí. Ahora, sale a los quioscos El pulgar del diablo (Editorial Sagesse)

¿A quién señala el pulgar del diablo?

Es el dedo pulgar real, de un personaje que es un hacker de Internet, que le da acceso a su ordenador. El libro gira en torno a una situación que se da actualmente: su intervención en los procesos electorales o, lo que es lo mismo, su utilización para ganar elecciones. Habla de las fake news, el pirateo, el robo de datos en las grandes empresas (aquí en Telefónica, Banco Santander, la DGT…), para crear bases de información, que se utilizan como herramientas de penetración comercial o electoral.

¿Cómo operan quienes se dedican a estos menesteres?

Una vez que se dispone de datos de la persona (si vive en una ciudad grande o pequeña, sexo, profesión, nivel socio-económico, aficiones…), se establecen unos perfiles, segmentados en función de los grupos a los que se quiere acceder. En la novela, basándose en la tabla de equivalencias, que son 118 elementos, clasifican a la población de Cataluña. Se dirigen a ellos con una serie de mensajes que se ajustan a su perfil (muchos de los cuales son fake news), con la intención de convencerles, u orientarles hacia una determinada opción política.

¿Por qué Cataluña?

Los que impulsan esta manipulación electoral son unos grupos de carácter internacional que toman Cataluña como una muestra, un espacio propicio a la intoxicación, la manipulación de las conciencias. Porque Cataluña, claro, está en Europa y ha sido, de algún modo, víctima de esta manipulación. Mucha gente se ha creído el procés. Personas de clases medias, altas y bajas, se han movilizado en torno a él. Sus promotores han obtenido casi dos millones de votos y, en la calle, centenares de miles de personas, han respondido a sus llamamientos. En consecuencia, no resulta difícil deducir que bastante de esta gente es manipulable, a pesar de que su perfil dominante es el de clase media, con un nivel cultural bastante alto… Por lo tanto, ensayan en Cataluña sus técnicas y procedimientos, para hacerlos extrapolables a otros territorios europeos.

¿Cómo es su modus operandi?

Todo esto nos lleva a constatar que todos somos identificables. Todos tenemos un teléfono móvil, con lo cual, de entrada, ya somos geolocalizables. Se puede saber, por ejemplo, si desde las once de la noche a las siete de la mañana, de lunes a viernes, estás siempre en el mismo punto geográfico. Imagínate que te buscan siempre a la una de la mañana, y que estés en tu casa. Ya saben dónde vives. A las 9.00 de la mañana vas a un punto que Google Maps, me dice que es una guardería, y lo repites de lunes a viernes… En consecuencia, tienes un niño pequeño. Cada quince días vas a una gasolinera. Tienes un coche. Si está aparcado en la Costa Brava, tienes un apartamento… Vas a un gimnasio, tres veces por semana… A partir de aquí, saben tus hábitos…

¿En cualquier caso, todo esto puede entenderse como una herramienta, un medio susceptible de ser manejada por unos u otros?

De momento, lo utilizan los de mi novela, que son unos fondos de inversión. Los grandes grupos económicos se dan cuenta de que la UE y los gobiernos nacionales, regionales, les ponen muchas cortapisas. Buenas para una sociedad socialdemócrata, para el ciudadano, pero no para sus intereses. Entonces, financian grupos, que pueden ser de extrema derecha, de derecha o incluso de aparente izquierda. Todo ello, con la correspondiente contraprestación. Luego, desde el poder, les prestan apoyo en temas legislativos, ejecutivos, judiciales; para promover iniciativas parlamentarias, desarrollar determinadas políticas, aprobar ordenamientos…El planteamiento no es tanto financiar a un determinado partido, sino colocar a su gente en el poder, para que promuevan las iniciativas que nos interesan.

¿Por qué vías se difunden y penetran los mensajes? ¿Por los medios, falsos medios, las redes sociales…?

Fundamentalmente, a través de los influencers. Alvise no había salido en televisión, en prensa. Su candidatura fue promocionada exclusivamente vía redes sociales. Así, gracias a la mediación de influencers, ha logrado que le voten. Y como a él a varios outsiders, en diferentes países europeos. Todo ello, con la difusión de fake news, de las que son grandes productores. Dicen, por ejemplo, se ha hecho un estudio que demuestra que el 85 % de los robos son obra de emigrantes. Entonces, la gente va a por ellos. Crean una serie de personajes adaptables a cada uno de los perfiles. Hacen 118 grupos. Uno de ellos, son gente de entre 18 y 35 años, supongamos, cuyo objetivo es comprar una vivienda para emanciparse. No llega a conseguir sus aspiraciones, y entonces empiezan a lanzar baterías de mensajes para desprestigiar a quién interese: los socialistas, un partido, una persona, una ley… Fue muy celebrado un tuit que decía que, cuando la covid, decía que le había enviado a Manuela Carmena una unidad móvil para cuidarla. Era mentira, claro.

¿Cabe plantearse la posibilidad de que la IA pueda llegar a sustituir a los propios influencers?

El grupo de la novela tiene 2.000 influencers. No son una persona real, sino que es una creación por IA. Por ejemplo, han grabado a una chica muy guapa. A partir de aquí, te grabas a ti mismo, que tienes un estilo propio; acento, tonos, pausas… El robot, en segundos, es capaz de hacerse con todo eso. Luego, le pones un texto, que lo lee con las pautas programadas. En realidad, son guionistas que están creando mensajes. En las campañas del Brexit se lanzó el mensaje de que el Reino Unido pagaba 350 millones de libras por semana a la UE. Dinero que, en caso de abandonar la Unión, iría destinado a la Seguridad Social. Algo, que después del referéndum, se reconoció que era mentira. Se trata de una nueva tecnología, un nuevo servicio que, si se compara con las formas tradicionales de publicidad, por ejemplo, tiene todas las de ganar. Porque optimiza las inversiones, al operar por objetivos.

Se achaca algo de todo esto a Rusia ¿O es quizás Israel quien lleva la batuta?

Sí, parece que hubo una trama de Rusia con el procés, pero no como Estado, sino de sus entornos, los Wagners. 10.000 soldados rusos, se dijo, pero, en realidad, habrían sido 10.000 mercenarios. Se intentó, pero no prosperó. Los rusos, como todos, están entrando en lanzar bulos, perforar bases de datos, bloquear sistemas. por ejemplo. A esto se le llama ahora guerra híbrida. Israel está muy adelantado para ella, como sí se ha visto con el programa Pegasus. Hay muchas empresas israelíes que, a través de subvenciones del Ejército, han desarrollado tecnologías muy avanzadas. Algunas de las cuales habían sido creadas por exmilitares, que pasan de lo privado al Ejército. En Israel la movilización militar es hasta los 45 años. El ejército israelí está muy avanzado tecnológicamente.

¿Además de las Fuerzas Armadas y los creadores de opinión quiénes están llamado a ser grandes usuarios de la IA, los Estados, la Mafia…?

En este terreno conviven, actualmente, el siglo XIX, XX, y XXI. Observando las campañas de los partidos políticos en las últimas elecciones, se ve que los tradicionales siguen en el XX. En cambio, la extrema derecha y algunos Estados están en el XXI. Por ejemplo, Estonia, donde hay un carné que sirve de DNI, pasaporte, usuario de la Seguridad Social… Toda la relación con la Administración se canaliza a través de este chip, de esta tarjeta. Aquí, en cambio, para constituir una empresa se tarda todavía dos meses. Para hacer cualquier trámite hay que volver a presentar los documentos que en su día ya presentaste a la Administración. Los tiene ella, pero no sabe dónde. La tecnología puede contribuir, en fin, a ser más eficaces en este terreno.

¿Los datos, materia prima de la IA, constituyen un mercado en alza y altamente rentable, a escala global?

Quizás las Administraciones, los bancos o empresas y entidades con que operamos no vendan directamente nuestros datos, pero, cada vez más, los datos son susceptibles de ser robados. Toda esta información de cada uno, que está en todo, es la cantera de la que se nutre el mercado global de datos. Un mercado como el del oro. Algo válido y necesario para toda clase de negocios. Imagínate el valor de los datos sobre resultados médicos, análisis… de renta, bancarios… de Facebook… Con todo esto se transacciona y no es descabellado pensar que puede ser motivo de chantaje, particularmente si eres un personaje público.

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