Víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia han protestado este martes por la tarde a las puertas del Parlamento de Cataluña durante la ceremonia de entrega de la medalla de honor de la cámara a la abadía de Montserrat, con motivo de la Diada del Once de Septiembre. «Es totalmente incomprensible que el Parlamento, en vez de ponerse junto a las víctimas, se ponga del lado de los verdugos», ha asegurado Miguel Hurtado, denunciante de abusos en la abadía, que ha señalado el «encubrimiento» y «protección» de la institución al hermano Andreu Soler. «El señor Illa, la Generalitat, el presidente y la Mesa del Parlamento han perdido a cualquier legitimado con el colectivo de víctimas de violencia sexual», ha remachado.
La distinción a la abadía de Montserrat ha estado rodeada de polémica desde que el Parlamento catalán acordó otorgársela el pasado mes de julio. En ese momento, víctimas de abusos de la Iglesia ya pidieron a la Mesa que revocara la decisión, considerándolo un acto de «violencia institucional» que las «retraumatizaba». Pero el órgano de gobierno de la cámara rechazó la petición alegando que, pese a los «episodios gravísimos», se trataba de una «institución milenaria».
En declaraciones a los medios a las puertas de la cámara, Hurtado ha considerado que «hoy es un día muy triste para las víctimas de violencia sexual porque el Parlamento de Cataluña ha decidido homenajear a una institución que ha encubierto y protegido a un depredador sexual durante décadas».
El padre abad de Montserrat, Manel Gasch, ha recogido este martes la medalla y, durante la ceremonia, ha asegurado que «a lo largo de 1.000 años también se cometen errores», pero ha defendido que «todo ayuda a crecer si se reconoce y acepta, y se hace con sinceridad», y ha dicho que han «procurado enmendar» algunas cosas, difunde la ACN.