La Copa América 2024 zarpa hoy jueves en Barcelona. Se trata de un acontecimiento de dimensiones mundiales que tiene una trascendencia muy grande, tanto en el apartado económico como el deportivo y mediático. La competición deportiva más antigua del mundo se alargará los meses de septiembre y octubre y acabará a finales del mismo mes de octubre. El ganador será quien consiga llegar antes a las siete regatas; en total, se tienen que hacer un mínimo de siete y un máximo de 13.
La Copa América de vela está considerada por muchos como el tercer acontecimiento en cuanto a repercusión mediática y económica, después de los Juegos Olímpicos y de los Mundiales de fútbol. Se calcula que el impacto económico que puede tener la Copa América de vela es de más de 1.200 millones de euros en Cataluña, el equivalente al 0,5% del PIB catalán del 2022. La previsión es que se acaben generando 19.000 puestos de trabajo y que lleguen 2,5 millones de turistas atraídos por el acontecimiento.
La ciudad de Barcelona pasará a la historia por acoger la primera competición femenina de la Copa América, 173 años después. Será la Puig Women’s America’s Cup, y se celebrará del 5 al 17 de octubre. La cita tiene otra relevancia: la modalidad femenina tiene la participación de un equipo local, el Seal Team BCN. También tiene participación local la modalidad joven, que en esta edición se disputará del 17 al 26 de septiembre.
Hasta aquí los pros, pero también hay contras. Asociaciones vecinales, entidades y otros colectivos han creado la plataforma ‘No a la Copa América’ para mostrar su rechazo a la celebración de la Copa América de Vela el 2024. Este colectivo acusa las administraciones de abrir las puertas a un «macroacontecimiento elitista que llevará más miseria» a la ciudad de forma «irresponsable y sin ningún debate público».
En un manifiesto hecho público el año pasado, se proponían medidas para mitigar el impacto social, económico y climático, así como se exigían garantías que no se celebrará ninguna otra edición. La plataforma también anunciaba movilizaciones y aseguraba que ya están detectando los primeros efectos en el mercado de vivienda. Denuncian que se ha puesto en marcha un «proceso especulativo», que están subiendo los precios y que algunos vecinos han recibido una avalancha de ofertas para que vendan su piso.
El manifiesto ‘Los barrios de Barcelona decimos no a la Copa América’ suma adhesiones de asociaciones de vecinos como la Barceloneta diu Prou o Resistim al Gòtic, otros como Zeroport y Ecologistes en Acció, entidades en defensa de la vivienda, movimientos feministas como Ca la Dona o Novembre Feminista y la Intersindical Alternativa de Catalunya, entre otros.
Acusan el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de invertir un mínimo de 55 millones de euros de fondos públicos en un acontecimiento que consideran que agraviará las injusticias sociales, ambientales y climáticas de la ciudad.
Critican que es el tercer acontecimiento deportivo más grande en términos de asistencia, que llevará millones de turistas a Barcelona y agraviará la masificación turística, sobre todo en Ciutat Vella y Sant Martí. Y, además, pronostican que perjudicará unos ecosistemas marinos ya castigados por la «gestión especulativa del litoral y la actividad frenética del puerto».
Por otro lado, la Guardia Civil desplegará más de 250 efectivos para garantizar la seguridad marítima durante la Copa América de Vela. Según ha explicado el delegado del gobierno español en Cataluña, Carlos Prieto, el cuerpo policial dispone de más de 250 efectivos en varias embarcaciones y en los dispositivos habituales. El despliegue para velar por la seguridad en el mar durante el acontecimiento deportivo contempla seis embarcaciones -entre las cuales hay un barco oceánico y dos patrulleras de altura-, un helicóptero y drones. «El dispositivo es muy relevante y permite garantizar con mucha seguridad que se desarrolle con normalidad esta Copa América», ha dicho Prieto.
