¿Por qué puede discutirse la capitanía de Ter Stegen en el Barça?

Bluesky
El portero y primer capitán del Barça, Marc André ter Stegen (@mterstegen1)

Este sábado el Barça arranca oficialmente con un nuevo entrenador y también con un nuevo capitán en la figura del portero Ter Stegen, al que le ha tocado asumir esos galones por una cuestión de antigüedad, pues llegó al Camp Nou el verano de 2014. Según el orden establecido el año pasado, los otros capitanes son Frenkie de Jong y Ronald Araújo, lo que significa que, por primera vez en muchos años, tras decidirse la no continuidad de Sergi Roberto, el brazalete no lo lucirá ningún jugador formado en la casa.

La dinastía de capitanes de la casa que comenzó con CarlesPuyol (2004-2014), Xavi Hernández (2014-2015), Andrés Iniesta, (2015-2018), Leo Messi (2018-2021), SergioBusquets (2021-2023) y Sergi Roberto (2023-2024) acaba con la elevación de Ter Stegen a un cargo de tanta trascendencia y significación. Antes de Puyol lo fue LuisEnrique, un futbolista con pasado madridista, por cierto, quien lo ostentó. Ahora sólo falta saber si el propio vestuario o el nuevo entrenador tienen algún plan concreto para nombrar al cuarto capitán, que se suele elegir por votación del vestuario a menos que se produzca una injerencia del técnico o una sugerencia que pueda afectar a la primera capitanía oficial del portero alemán.

La cuestión es que, por aplicación del nuevo protocolo, esta temporada sólo se permitirá que sea el capitán quien le pida explicaciones al colegiado y, en caso de que el capitán sea el guardameta, será un jugador de campo quien realice estas funciones. Quien no lo cumpla podrá ser sancionado con una tarjeta amarilla. Osea, que Ter Stegen será el capitán, pero con funciones limitadas dentro del terreno de juego.

En el vestuario, estaría por ver si realmente el alemán es capaz de aportar esa generosidad, criterio, conocimiento del club y sensibilidad barcelonista que se le han de suponer a quien ejerce funciones de tanto liderazgo y representación. Ter Stegen, por ejemplo, no dudó en amenazar con irse cuando Bravo fue el portero titular durante sus dos primeros años en el Barça, además de no haber aceptado nunca un régimen de competencia bajo los palos.

Tampoco estuvo brillante cuando, al final del año 2021, sin haber conquistado un sólo título con el grupo, incluidas eliminaciones en Europa vergonzosas, salió a presumir de que había sido el mejor de su carrera…

Diez años en el Barça y un solo premio Zamora no se corresponden realmente con una trayectoria tan extraordinaria como la que se le atribuye. Su caso es el de un futbolista al que la prensa y la afición juzgan indiscutible, aunque quizá haya llegado el momento de analizar más a fondo sus prestaciones y si ese rol de nuevo capitán acaba de encajar con la situación actual. Un marco de debate que debería incluir a los otros dos nominados, Frenkie de Jong y Ronald Araújo, futbolistas que han sido declarados transferibles.

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