El fondo estadounidense Blackstone ha vendido al Consorcio de la Zona franca de Barcelona (CZFB) la torre Tarragona de la capital catalana por unos 100 millones de euros (MEUR), de forma que la sociedad pública es la nueva propietaria del inmueble. Según ha publicado elEconomista.es, se trata de la mayor operación inmobiliaria de oficinas de este año.
El acuerdo se firmó poco antes del inicio de las vacaciones de verano, revela el digital citado, y se materializó después de que el plenario del CZFB le diera luz verde. De hecho, la entidad pública ya avanzó el pasado mas de julio, en un comunicado, que había obtenido el permiso para comprar un activo inmobiliario de Barcelona destinado a oficinas «con el objetivo de garantizar los ingresos económicos que hacen posible las actuaciones de promoción económica y social». Entonces, sin embargo, no dio ningún detalle del inmueble ni de la operación porque era confidencial.
La torre Tarragona, situada en el barrio de Sants de Barcelona, se inauguró en 1998 y tiene una superficie de 18.150 metros cuadrados repartidos entre 19 plantas. Ahora, el edificio vuelve a cambiar de propietario y se pone en manos públicas, cuatro años después de que Blackstone lo comprara al banco UBS por cerca de 100 millones. Anteriormente, en 2015, el banco lo compró a Omega Capital.

