Salvador Illa, en su camino hacia la investidura como próximo presidente de la Generalitat, mantiene una política de mano extendida con los partidos independentistas, como muestra de concordia y de buena voluntad para encarar su mandato. Así hay que interpretar el voto favorable del grupo del PSC-Units a la reforma del reglamento del Parlamento de Cataluña, que se aprobará este día 25 y que tiene como beneficiarios a Junts, ERC y la CUP.
A Junts, porque esta reforma permitirá el voto telemático y posibilita así que los diputados Carles Puigdemont y Lluís Puig, que viven en Bélgica, puedan participar en las votaciones. La ampliación de los supuestos del voto delegado estaba pensada para la situación del diputado de ERC Ruben Wagensberg, que se trasladó durante los últimos meses a Suiza por miedo a ser detenido en el marco del caso Tsunami Democràtic. Finalmente, se le ha aplicado la amnistía y ya ha vuelto a Barcelona, pero la modificación de este artículo del reglamento se ha mantenido.
Por su parte, la CUP tiene ahora la puerta abierta a tener grupo parlamentario propio, a pesar de que solo obtuvo cuatro escaños en las elecciones del 12-M, con los beneficios económicos que esto implica.
