Dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona han solicitado 21 años de prisión para dos activistas de Greenpeace, acusados de intentar matarles durante una protesta marítima el 18 de junio del 2021. Los agentes alegan que los activistas realizaron maniobras peligrosas alrededor de la embarcación policial que custodiaba el área del hotel W, donde se celebraba una reunión del Cercle d’Economia con la presencia del presidente español, Pedro Sánchez.
Los activistas han sido procesado por el juzgado de instrucción número 2 de Barcelona por resistencia a la autoridad, desórdenes y lesiones. Según el relato judicial, intentaron abordar la embarcación policial con maniobras agresivas mientras desplegaban pancartas, lo que llevó a una persecución a alta velocidad con maniobras evasivas por parte de los agentes, resultando en la pérdida de la condición de policías de los dos agentes debido a las lesiones sufridas.
Los agentes argumentan que los activistas actuaron con desprecio hacia su seguridad, utilizando sus embarcaciones superiores para causar el mayor daño posible. Comparan el caso con una tragedia similar que involucró a la Guardia Civil en Barbate y sostienen que las acciones de los activistas fueron un intento deliberado de provocar daños, no un simple acto de protesta.
