PSC, Junts, ERC, Comuns y la CUP han reeditado este miércoles el acuerdo para poner un «cordón sanitario» y «aislar» a Vox y a AliançaCatalana en el Parlamento de Cataluña. En la línea de lo que ya pactaron durante la campaña electoral, los cinco partidos se comprometen a no aceptar «ni por acción ni omisión» los votos de la extrema derecha para una eventual investidura, y se conjuran para evitar que prosperen sus iniciativas. El objetivo es combatir los «discursos de odio» tanto de Vox como de Aliança Catalana.
El contenido del acuerdo establece que no se apoyará ninguna candidatura de la extrema derecha a los órganos de gobierno del Parlament, tanto en la Mesa como en las mesas de las comisiones y los grupos de trabajo. También se comprometen a evitar «siempre que sea posible» la presencia de las formaciones de extrema derecha en los nombramientos que hace el Parlament, como por ejemplo, los senadores de designación autonómica.
Los firmantes del pacto también se conjuran para «no normalizar ni legitimar» la acción política de estos partidos y especifica que evitarán que prosperen sus iniciativas, no impulsarán medidas conjuntas y no se les convocará cuando hagan encuentros de trabajo entre los grupos parlamentarios. El texto también establece que desde la presidencia del Parlamento catalán y las comisiones se tiene que actuar para «impedir que los discursos de los diputados de la ultraderecha criminalicen a la inmigración».
El documento firmado arrecia el compromiso feminista y antirracista del Parlament, y establece que cada grupo nombrará a un diputado o diputada para hacer seguimiento del acuerdo. Sin embargo, el texto no detalla posibles sanciones a diputados por discursos de odio.
