El Síndic de Greuges ha recriminado al Departamento de Justicia de la Generalitat y a la administración penitenciaria «cierta laxitud» en la supervisión del interno que asesinó a la cocinera de la cárcel de Mas d’Enric, en El Catllar.
En el informe, cuyo contenido han difundido la ACN y Catalunya Ràdio, se reprocha que el preso recuperara el puesto de trabajo en la cocina, a pesar de su perfil, habiendo sido sancionado por un hecho violento y sin cumplir la sanción ni haber realizado ningún tratamiento.
En otro informe, también ha reñido a los sindicatos de prisiones por el bloqueo de los centros y las consecuencias que supuso para los internos, las familias y los funcionarios.
El Síndic, además, ha señalado que no se podía prever el asesinato, pero es necesario valorar mejor el acceso de los presos a puestos de trabajo.