En la estrategia de CarlesPuigdemont para intentar lograr la presidencia de la Generalitat era vital romper la mayoría absoluta que suman PSC (42 escaños), ERC (20) y Comunes (6). Había una brizna de esperanza: el escaño que estaba en disputa a la demarcación de Lleida, que el PSC consiguió el 12-M por una diferencia de 761 votos con JxCat. Carles Puigdemont confiaba que el voto CERA de los catalanes residentes en el extranjero pudiera cambiar este resultado. Pero el cuento de la lechera del expresidente no ha salido bien.
De los 1.383 votos CERA contabilizados en Lleida, 386 han sido para el PSC y 380 para JxCat. Del escrutinio final han sido excluidos y anulados 320 votos que presentaban irregularidades. Aunque estos 320 votos hubieran sido todos para JxCat –hecho totalmente improbable–, este escaño lo habría retenido el PSC.














