El secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat, Albert Castellanos, ha descartado cerrar la oficina que ACCIÓ tiene en Tel-Aviv tras las peticiones y protestas de varios colectivos que reclaman que gobierno catalán rompa todas las relaciones con Israel por la guerra en Gaza.
Castellanos, que es consejero delegado de ACCIÓ, ha indicado que las oficinas se limitan a dar servicios a las empresas y que tienen «una misión puramente comercial y operativa» y no de representación de Cataluña, a diferencia de las delegaciones de la Generalitat en el exterior, recoge la ACN.
Además, ha destacado que mientras dure el conflicto bélico no desarrollarán nuevos proyectos, si bien ha considerado que la labor que llevan a cabo «puede ser útil para apoyar a empresas y trabajadores en una situación que no es fácil».
La decisión se conoce al día siguiente de que unidades antidisturbios de los Mossos d’Esquadra dispersaran con empujones y porrazos a manifestantes propalestinos convocados por la plataforma Prou Complicitat amb Israel ante la sede de ACCIÓ, en el paseo de Gràcia de Barcelona.














