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Cataluña abre un nuevo escenario político

Cataluña ha votado pasar página y se abre un nuevo escenario político. Después de más de una década con todos los esfuerzos de los gobernantes catalanes centrados en la independencia, la ciudadanía ha decidido que ya ha llegado la hora del realismo y del día a día: la educación, la sanidad, la seguridad y el bienestar. Se acabó el ilusionismo.

El independentismo ha gobernado Cataluña desde 2012 con una clara mayoría en el Parlament. Durante estos años, los gobiernos presididos por Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès no han logrado su principal hito, la independencia. Han caído en errores propios y también al ningunear al Estado como adversario.

Las pasadas elecciones, hace tres años, la ciudadanía ya dio pistas por donde quería que fueran las cosas. Quién las ganó en votos fue el PSC, pero ERC y Junts llegaron a un frágil pacto de gobierno, que pocos meses después se rompía y Pere Aragonès y ERC decidían seguir en solitario.

Finalmente, el presidente de la Generalitat convocó elecciones y el resultado ha sido claro: la socialdemocracia federalista del PSC con Salvador Illa ha vencido, en votos (más de 870.000) y escaños (42). Todo parece indicar que la apuesta por los indultos y la amnistía y la seriedad del candidato ha favorecido a los socialistas catalanes. A pesar de todo, necesitarán acordar y pactar para obtener la presidencia de la Generalitat. Eso sí, habrá que esperar hasta después de las elecciones europeas del 9 de junio.

En el campo del soberanismo, Carles Puigdemont ha pasado por delante de ERC. Primero, el ex presidente dijo que si no volvía a ser presidente dejaría la política. Pocos días después, dando un giro, aseguró que estará en la constitución del Parlament. Después de las elecciones se propone a él mismo como candidato a presidir la Generalitat, a pesar de no haber sido el ganador, y pidiendo que ERC lo vote y que los socialistas se inmolen con una abstención amenazando la estabilidad del gobierno de Pedro Sánchez. Ni ERC ni el PSC están dispuestos a hacerlo presidente. Hay que recordar que Puigdemont solo ha obtenido tres escaños más que en 2021, lo cual no es un gran resultado tratándose de un plebiscito sobre su persona. Eso sí, ha tenido la suerte que Esquerra se ha despeñado ella sola. Además, el Junts del 2024 recuerda la CDC de Jordi Pujol i Artur Mas más que nunca. Así, las posiciones maximalistas van dejando paso a posiciones más pragmáticas (Josep Rull, un convergente de toda la vida ha sido la cara y voz en los debates).

Si miramos atrás, cada vez que la gente de ERC gobierna, las cosas les van mal. Le ha pasado en la Generalitat y le ha pasado en casi todos los ayuntamientos. Oriol Junqueras no ha ganado nunca una elección, incluso en su pueblo. Aragonés le ha mostrado la puerta de salida. Esquerra tendrá que reflexionar y podría entrar en una crisis interna donde las dos patas (soberanismo e izquierdismo) se peleen sin tregua.

Los principales damnificados por el aumento del PSC y de Junts han sido Comunes-Sumar y la CUP. Los primeros, han sido culpabilizados del adelanto electoral al negarse a aprobar los presupuestos. La ciudadanía ha percibido que la CUP no sirve para nada más que para hacer de Pepito Grillo. Dicen que son mucho de izquierdas, pero han sido la muleta de Junts, la derecha independentista.

Por suerte, Ciudadanos ya ha desaparecido del mapa. El partido ganador de diciembre de 2017 ha sido inútil a la política catalana. Su anticatalanismo, su acidez y su desprecio a las instituciones catalanas abrieron las puertas de par en par a la ultraderecha de VOX. La formación ultra española se ha quedado igual y su votante se encuentra en la gran conurbación barcelonesa.

El PP, por su parte, estaba tan hundido que solo podía mejorar. Alejandro Fernández es una persona que cae bien y no crea anticuerpos como, por ejemplo, Carlos Carrizosa o Ignacio Garriga. El Partido Popular se ha visto favorecido por la derrota total de Ciudadanos y ha recuperado su espacio, que es el mismo que tenía hasta 2012.

Finalmente, una pequeña referencia sobre Alianza Catalana. Puede agradecer a Junts que le facilitara el acceso a la alcaldía de Ripoll. Es curioso que haya obtenido muchos votos en municipios donde la inmigración es casi inexistente. Veremos como VOX y la Alianza Catalana de Sílvia Orriols coincidirán en el Parlament con sus planteamientos xenófobos. Los primeros, en castellano y los segundos en catalán.

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