El ejecutivo español cree que el «suflé» generado por la candidatura del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ya va a la baja, y confía en una victoria del candidato del PSC, Salvador Illa, que le permita presidir la Generalitat.
Preferiría que fuera en un gobierno en solitario gracias –si hace falta- a la abstención otras formaciones, pero no cierra la puerta a otros escenarios para gobernar.
En todo caso, da por hecho que si ERC o Junts –o los dos- quedan fuera de la Generalitat, las fuerces independentistas continuarán apoyando a la gobernabilidad en el Congreso de los Diputados a cambio de «contrapartidas» para Cataluña, como lo hacen –recuerdan- Bildu y el BNG.
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