El Ayuntamiento de Badalona ha reunido este miércoles a los vecinos del número 5 de la calle Canigó, desalojados el 21 de febrero, para comunicarles que ya pueden volver a casa, una vez se ha reforzado el apuntalamiento del edificio. De las 20 familias del bloque, sin embargo, hay dos que tendrán que esperar a que se hagan las obras de refuerzo de la estructura porque el estado del techo «hace recomendable impedir su uso». Se trata del bajo y de uno de los pisos de la primera planta.
Con todo, estos son los primeros afectados de la isla de las calles Canigó, Llefià y Ausiàs Marc que vuelven a casa. La próxima prioridad del consistorio es ahora reforzar el apuntalamiento del número 11 de la calle Canigó para que los arquitectos puedan valorar también el retorno de estos vecinos.
Desde el derrumbamiento del número 9 de la calle Canigó, el pasado 6 de febrero, donde murieron tres personas, se han tenido que desalojar un total de cinco edificios más. Además del número 5 de la misma calle Canigó, donde ahora se recupera cierta normalidad, todavía continúan fuera de casa los vecinos de los números 7 (evacuados el 14 de febrero) y 11 (evacuados el 20 de febrero) de la calle Canigó, así como dos bloques más de la calle Ausiàs Marc, los números 116 (desalojado el 1 de marzo) y 118 (desalojado el 6 de marzo).