En ocasiones, asociamos los problemas sociales a lo que escuchamos en la televisión o nos dicen los políticos: La homofobia, el cambio climático, el racismo, el machismo… Y no niego que sean problemas graves o muy graves, al contrario, pero reivindico que hay problemas de los que no se hablan y son tan graves como los mencionados anteriormente… Y uno de ellos es sin duda el acoso escolar. Es “curioso” que algo que es un problema para todos, se hable tan poco. Además, el bullying es un problema que nadie hasta el momento niega, por muy de derechas o muy de izquierdas que sea. En cambio, desgraciadamente sí hay negacionismo con problemas como la homofobia o el machismo. Y por supuesto no puedo entender que alguien niegue este problema, pero tampoco puedo entender como algo que hay consenso social y que puede afectar a cualquiera, se actúe tan poco desde todos los ámbitos políticos, jurídicos e institucionales.
¿Somos conscientes que el bullying incluye todos los problemas mencionados anteriormente como son el machismo, el racismo o la homofobia? Todo vale en el acoso escolar, te lo pueden hacer a ti, a tu hijo o a tu nieto por ser bajo, por ser alto, por ser moreno, por ser pelirrojo, por ser gay, por ser lesbiana, por tener inquietudes intelectuales diferentes a las de un niño común como es gustarle mucho la lectura, por ser huérfano o hijo de madre soltera, por ser de origen extranjero o hijo de inmigrantes, por ser gordo o comer mucho, por ser mujer y jugar al fútbol, por ser hombre y bailar, etc. Estos son unos pocos ejemplos de los infinitos con los que un bullying se puede iniciar. La maldad, no tiene límites, y cualquier cosa les sirve a los niños, aunque en realidad sean cosas buenas o desgracias. Todo vale, tanto que se incluye también la violencia física. Por lo que no, no podemos decir que todo esto son “cosas de niños”, es un problema muy grave que cada vez va a más y que los informes PISA reflejan como un grave problema que una vez más Catalunya es la CCAA con más casos seguido de Canarias y Melilla. Sin embargo, si miramos las noticias parece que el problema más grave que tiene Catalunya es Puigdemont, la amnistía o la inmersión lingüística…

Puedo hablar en primera persona de lo que es el acoso escolar, y aseguro que enfrentarse a él es sinónimo de soledad y burlas como mínimo, entre otras muchas consecuencias, y no tienes alternativa hasta que alguien no te cree y te ayuda a salir de allí. Y la soledad no siempre es mala, pero en este caso sí porque no es una elección personal, es una imposición cruel que te encuentras encima.
Reconozco que en mi caso realmente no estaba solo, al menos en casa no. Tenía mis abuelos y mi madre que me daban todo pero mi mente seguía allí, en el colegio. Y lejos de desconectar y disfrutar del amor y la compañía que tenía en casa, yo vivía secuestrado en aquel autocar que me llevaba cada mañana y en el que nadie me decía ni un simple “hola”, de aquellos enormes patios en los que ningún compañero me ofrecía jugar o de aquellas clases que no lograba ni escuchar el profesor porque sabía que detrás mío tenía a “monstruos que cualquier día se me comerían”.
Parece una obviedad, pero hay que recordar que las víctimas de bullying no han hecho nada a nadie, son simplemente víctimas, ya sea por su forma de pensar, vestir, origen, físico o sexo. Jamás debería un menor vivir esa soledad tóxica que sientes que gracias a ella podrás protegerte y alejarte de aquello que tanto miedo y angustia te genera.
Mentiría si dijera que la soledad fue a lo peor que me enfrenté, pero ahora que lo veo con perspectiva, me doy cuenta de lo doloroso que es y me escandaliza que uno de cada cuatro alumnos de nuestro país viva lo mismo que viví yo. Un niño jamás debería vivir esto. Me da igual si tenemos unos pésimos resultados en matemáticas en nuestro país o una comprensión lectora baja como refleja el informe PISA a partir del momento que un niño siente que va a una cárcel en lugar de un colegio. O cuando veo que tengo que dar yo mismo formación a profesores porque en la universidad no les enseñan como actuar delante un caso de acoso escolar.
Sabemos que 1 de cada 4 menores sufre bullying en nuestro país, que el suicidio es la principal causa de muerte y que cada año hay más casos de acoso escolar con violencia y más suicidios…
¿Qué más necesitamos para hacer algo?
Mi deseo es que este 2024, se hable más del acoso escolar y se trate como lo que es, un problema de Estado. Que entendamos que es posible evitarlo mediante un proceso de prevención, detección y actuación, con formación a los profesores en materia de acoso escolar y con nuevos protocolos y leyes contundentes dónde por fin sean los acosadores los castigados y nunca más las víctimas las que tengan que huir por el nefasto sistema que hay. Por favor, hablemos más de este problema y pongamos una solución.