José Navarro, el perito que ha realizado el informe que ha utilizado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en su querella contra la ex directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, porque su teléfono fue espiado con el programa Pegasus, ha sido acusado de incurrir en «intrusismo profesional». A raíz de su peritaje, el titular del juzgado de instrucción número 19 de Barcelona admitió a trámite la querella y decidió citar como investigada a Paz Esteban.
Hace diez días, Javier Rubio, decano del Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática de la Comunidad de Madrid (CPITCIM), recriminó a Navarro a través de la red social Linkedin que asuma la realización de peritajes sin una formación académica suficiente y sin formar parte de ningún colegio profesional que avale sus conocimientos. Rubio lamenta que la única titulación que acredita el perito de Aragonès es una licenciatura en Física. “Eso es un escándalo. El cachondeo que existe con los peritos informáticos sin titulación oficial de informática es escandaloso y se denuncia por activa y por pasiva desde los Colegios Profesionales de Ingenieros y de Ingenieros Técnicos en Informática”, escribió el decano del CPITCIM. Además, lamenta que “estos ‘peritos’ sin titulación oficial y sin estar sometidos a control colegial y deontológico, ya que no se pueden colegiar al no ser titulados, están sirviendo como arietes útiles para incoar acusaciones, penas de banquillo, etc. Los acusados lo son en base a pruebas, muchas veces (y sin estar refiriéndome al caso concreto), falsas, violando su derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, de las que después deben defenderse contratando peritos informáticos colegiados”.
Y se pregunta: “¿alguien puede llegar siquiera a concebir que un médico forense no sea médico? Pues esto está pasando con muchos «informáticos» forenses, cuando la prueba informática ha igualado e incluso superado en importancia a la médica».
El perito de Aragonès, que también ha trabajado para otros independentistas implicados en el caso Pegasus, se defendió diciendo que hay profesiones que pueden practicarse sin ningún tipo de colegiación. «Pregúntele a su panadero a ver si está colegiado», sugiere a Rubio, que le replicó: «que lleves quince años haciendo algo no quiere decir que lo estés haciendo bien». Navarro cierra la conversación en Linkedin diciendo que no quiere pronunciarse sobre el caso Pegasus y reconociendo que “las ‘pruebas falsas’, las periciales poco objetivas y los peritos poco rigurosos existen, pero de manera independiente a su titulación y vinculación colegial”.
Navarro compareció en la Comisión Pegasus del Parlament de Catalunya convocado por los grupos independentistas que son mayoritarios. Lo hizo el 31 de marzo, el mismo día que lo hizo Elies Campo, el activista independentista que coordinó el informe sobre este caso elaborado por el grupo canadiense Citizen Lab y bautizado como CatalanGate. Navarro dio por bueno el informe de Citizen Lab pese a reconocer que no se había preservado la cadena de custodia imprescindible para validar sus conclusiones. En este informe, Citizen Lab dijo que Aragonés había sufrido tres tentativas de acceso con Pegasus a su teléfono móvil pero no supo determinar cuándo se habían producido. Navarro sí debe haberlo para convencer al juez de que impute a Paz Esteban.
Precisamente, este viernes 3 de noviembre, la Comisión Pegasus celebrará una nueva reunión. En ella comparecerán Meritxell Borràs, directora de la Autoridad Catalana de Protección de Datos, y Tomàs Roy Català, director de la Agencia de Ciberseguridad de Catalunya. Hacía cuatro meses que no se reunía esta comisión. Tal es el interés en ella de sus patrocinadores.