Cada fin de semana una peregrinación de barceloneses desborda desde primera hora de la mañana los trenes de Rodalies que conectan a la capital catalana con poblaciones de costa como Blanes, El Masnou y Sitges. Según Renfe, junio ha acabado con un aumento de viajeros de hasta el 30% los fines de semana y festivos.
Las altas temperaturas de la ciudad y la gran afluencia de turistas en las playas urbanas animan a muchos vecinos a aprovechar los descuentos de Renfe e ir a las costas de comarcas como La Selva, El Maresme y El Garraf.
«Hoy vayamos hacia Badalona. Voy con unas amigas y vamos en tren, porque allí no se puede aparcar y en tren es muy cómodo», explicaba esta mañana Rosa Ribera, una usuaria. «Hay mucha gente, espero que quepamos», añadía Victoria Bilbao, otra viajera.