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Las elecciones refuerzan a Vox y al independentismo facha

Joan Garriga va ser imputat per un delicte d’odi després d’una campanya contra els musulmans realitzada per Plataforma per Catalunya

Los extremos se tocan, pero en Cataluña parece que se tocan más: el electorado catalán le ha dado un voto de confianza al extremismo de ultraderecha a las elecciones del 28-M, de tal manera que tanto la extrema derecha independentista como la ultraderecha españolista han obtenido éxitos inesperados. Tanto es así que Vox, el partido que lidera Santiago Abascal en España e Ignacio Garriga en Cataluña, ha pasado de tres a 124 concejales, y ha roto esquemas en el mapa político catalán.

Vox continúa su ascenso fulgurante: ya a los comicios del 14-F del 2021 dio la campanada, al conseguir 217.883 votos y 11 diputados en el Parlamento. La bombona de oxígeno conseguida a las autonómicas le permitió pasar de presentar listas municipales a 45 localidades a hacerlo a 133 este año. El 28-M ha multiplicado por más de 40 el número de concejales y ha pasado de los 36.240 votantes conseguidos en 2019 a los 150.653 de ahora.

Muchos de los cuadros de Vox habían pasado antes por Plataforma por Cataluña (PxC), el partido que hace una década sorprendió con su discurso xenófobo. Fundado por Josep Anglada -que ahora capitanea la formación Somos Identitarios (SOMI), que ha conseguido dos concejales en Vic en estas elecciones-, PxC sucumbió a los rifirrafes personales internos y se acabó pasando mayoritariamente a Vox.

El diputado Joan Garriga, primo hermano de Ignacio Garriga, es un buen ejemplo, pero también los concejales Jordi de la Fuente o Mónica Lora. Hay que recordar que Joan Garriga y Mónica Lora fueron imputados por un delito de odio después de una campaña contra los musulmanes realizada el 2011, cuando los dos militaban en Plataforma por Cataluña, bajo el lema “Primero, los de casa”. Se trataba de una campaña con objetivos idénticos a los que propugna la ultraindependentista Alianza Catalana (AC), una escisión del Frente Nacional de Cataluña (FNC) que es otra de las grandes sorpresas de estas municipales. Mónica Lora fue concejala de PxC a Mataró del 2011 al 2019 y ocupó el cargo de secretaria general de las Juventudes Identitarias por Cataluña (JIxC) entre el 2016 y el 2019. Desde el 2019, es secretaria provincial de Vox. La integrante de la lista de Santa Coloma de Gramenet Elena Gómez Rovira es otro ejemplo: el 2010 fue la candidata de PxC en Sant Pere de Ribes.

El número 4 de Vox por Badalona, José Luis Morente, se presentó el 2003 por el Partido Nacionalista Caló a las elecciones autonómicas de aquel año. En cambio, María Visitación Yerbes, que se presentó de número 13 a la lista de las municipales de Barcelona por Vox, había ido de 34 a la lista de Ciutadans (la que encabezaba el exsocialista Manuel Valls) en las municipales del 2019, además de figurar también como candidata del partido naranja en las últimas autonómicas. Su compañero de candidatura en estas últimas municipales, el abogado peruano Bernardo Casique, fue el candidato a presidente el 2010 del Partido Castellano y de Candidatura de las Culturas de Cataluña (Pcas-c.c.cat). Por su parte, el cabeza de lista de Vox en Sant Adrià de Besòs, Antonio Balboa, iba, el 2010, a la candidatura del PP a Piera, para pasar a ser, el 2019, el número 5 en la lista de Vox por Badalona.

La formación de Santiago Abascal aglutina también otros candidatos de pasado más tenebroso, como Ignasi Mulleras, regidor a Roses, que antes de recalar en Vox militó en varias organizaciones de extrema derecha españolista y a PxC. Ignasi Mulleras estuvo bajo investigación judicial porque una rocambolesca denuncia de Josep Anglada lo situaba como una de las piezas clave de una conspiración que intentaba asesinar el mismo Anglada, exlíder de PxC, el partido donde Mulleras militaba. Ignasi Mulleras tiene una larga trayectoria política ultra: fue candidato de Juntas Españolas el 1988; el 1994 fichó por una coalición de Alternativa Demócrata Nacional con la plataforma neonazi Cedade, y el 1995, cuando nació Democracia Nacional, fue el primer secretario en Cataluña.

También tiene currículum el cabeza de lista de Vox en Santa Coloma de Gramenet, Juan Carlos Segura Just, que militó al Frente Nacional de la Juventud y fue condenado por haber atacado una sede de la UCD. Jordi de la Fuente, el número 2 por Sant Adrià de Besòs también tiene un pasado truculento: el 2006, fue segundo a la lista en el Parlamento por el partido neonazi Movimiento Social Republicano (MSR); el 2010, fue cabeza de lista a las autonómicas; y el 2014 fue de número 6 en la candidatura de este partido a las elecciones europeas.

El número dos de Vox por Barcelona (y, por lo tanto, concejal electo), Liberto Senderos, es presidente del Instituto de Política Familiar de Cataluña y miembro de Cruzados de Cristo Rey. También fue uno de los impulsores del Organización del Bien Común y portavoz de Españoles de a Pie. La organización mencionada es el nombre oficial de la polémica entidad fundamentalista cristiana El Yunque, considerada por muchos como una secta. Mucho antes, el 1980, concurrió como número 15 de la lista de Fuerza Nueva a las primeras elecciones en el Parlamento, en una candidatura que encabezaba Pedro Vilaplana Riera.

Los ultras que hablan catalán

Los independentistas hiperventilados y ultras no se han quedado atrás: fuerzas políticas de ultraderecha, xenófobas e identitarias que hablan en catalán también han logrado éxitos este 28-M. El partido Alianza Catalana (Aliança.cat), que lidera la concejala de Ripoll Sílvia Orriols, fue la lista más votada en esta localidad, al obtener seis representantes en el pleno municipal, superando con creces ERC y Junts. Este partido sacó dos concejales más, en Manlleu (Osona) y en Ribera d’Ondara (la Segarra).

El Frente Nacional de Cataluña (FNC), por su parte, ha conseguido seis representantes: cuatro en la Masó (Alt Camp), donde gobernará la localidad al tener mayoría absoluta ante los tres regidores de Junts (el 2019, JxCat tenía los siete ediles de la localidad) y dos concejales más en Manresa. El Frente tiene como líder y referente Albert Pont, dirigente también del Círculo Catalán de Negocios (CCN).

A pesar de los éxitos locales logrados en las pasadas elecciones municipales del 28-M, lo cierto es el independentismo ultra e identitario tiene todavía pocos adeptos. El FNC, que es el grupo mejor estructurado, ha conseguido un total de 3.529 votos, de los cuales 930 en Barcelona ciudad y 158 en la ciudad de Girona.

Por su parte, la Alianza Catalana de Sílvia Orriols -que se declara admiradora de Daniel Cardona– ha recogido 1.806 votos, de los cuales 1.401 en Ripoll; 357 en Manlleu y 48 en Ribera d’Ondara. En este segmento también se puede incluir el SOMI de Josep Anglada, ha obtenido algo más de 1.600 votos (de estos, 206 en Barcelona ciudad y 1.193 en Vic).

En total, estos tres partidos no llegan a los 8.000 sufragios, pero hacen mucho ruido: suman 16 concejales, entre los cuales hay el futuro alcalde de la Masó. Además, habrá que ver como acaba la elección del gobierno municipal de Ripoll, donde los otros partidos negocian un acuerdo para evitar que Sílvia Orriols sea la alcaldesa.

Hay otros grupúsculos que mezclan el independentismo con postulados de ultraderecha, como el Movimiento Identitario Catalán (MIC) o plataformas como por ejemplo Renaixença, e incluso organizaciones como Cataluña Acción, del inefable Santiago Espot, que hace una década llegó a ser el alcaldable por Barcelona de Solidaridad Catalana por la Independencia, formación que entonces tenía cuatro diputados en el Parlamento. Pero en estas elecciones del 28-M, estas fuerzas no han presentado ninguna candidatura.

El espectro hiperventilados independentista es mucho más amplio: formaciones como FNC, JxCat, Demócratas de Cataluña, Solidaridad Catalana por la Independencia, Força Cataluña, Directo 68, Bloc Soberanista Catalán, Asamblea de Represaliados y Activistas y Donec Perficiam, formada por una escisión de la cúpula de la ANC, celebraron una cumbre el diciembre del 2020 para sondear la posibilidad de presentar una única lista independentista para el 14-F.

ERC y la CUP declinaron su asistencia a esta reunión por la presencia de formaciones de extrema derecha, cosa que asustó uno de los presentes, Josep Costa, de Junts, entonces vicepresidente del Parlamento, que ya no asistió a la segunda cumbre y el proyecto quedó enterrado.

La mayoría de estos grupos se componen, a veces, de una muchedumbre de activistas que van saltando de formación en formación. El FNC presentaba como número 3 por Barcelona, por ejemplo, Pere Saus, que antes había estado candidato de Primarias, la lista creada y apoyada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), a las elecciones en el Parlamento. Xavier Campeny, también a las listas de la FNC, era hace dos años activista de Primarias. La número 5 de la lista, Marta Abad, enfermera y practicante de taekwondo, es la pareja de Dani Ramírez, el hombre del tiempo de TV3. En las autonómicas del 2021, fue de número 3 a la lista de la FNC por la demarcación de Barcelona. Sus referentes, según dice a su perfil del partido, son “Daniel Cardona, hermanos Badia, etc.”…, los mismos que figuran en el ideario de cabecera del expresidente Quim Torra.

El Front también ha incorporado Jordi Sàlvia Lardiez, un abogado barcelonés que fue uno de los promotores del Partido Radical Español. El 2010, concurrió a las elecciones autonómicas a las filas de Reagrupament Independentista, una lista que encabezaba Rut Carandell (precisamente, cuñada de Quim Torra) y en la cual figuraba, por ejemplo, Joan Canadell de número 5. Montserrat Miró Sanahuja, integrando de la lista de la FNC en Barcelona, es jefa de sección de Gestió d’Espais Naturals, al departamento de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, que encabeza Teresa Jordà (ERC). Miró había estado antes regidora de CiU en el Ayuntamiento de Puigpelat.

El partido de Anglada, por su parte, ha incorporado a su lista de Barcelona Manuel Owono, que había estado coordinador en Cataluña del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial (PPGE), el líder del cual era Severo Moto, un activista enemigo acérrimo del dictador Teodoro Obiang Nguema. Josep Saiz Puig, el número 3 de SOMI a Vic, es un viejo colaborador de Anglada, que el 2012 ya había formado parte de la candidatura de PxC a las elecciones en el Parlamento. El 2015 formó parte de la candidatura de Plataforma Vicense a las municipales.

Sílvia Orriols, antigua líder de la FNC a Ripoll, se quiere sacar del encima el hashtag de extrema derecha, a pesar de que son las otras formaciones independentistas las que más insisten a ponerla bajo este paraguas. “Mis votantes, mis compañeros de lista y yo misma tenemos de extrema derecha lo que la prensa de este país te de objetiva, apolítica y neutra”, escribió Orriols después de ganar las elecciones a Ripoll con su nueva formación, Alianza Catalana. Uno de los activistas más extremistas del independentismo, el abogado Pepe Fajula, ferviente admirador de la ripollesa, aplaudió esta definición con entusiasmo: “Leéis con lupa el que escribe, escucháis con amplificador lo que dice. No hay un ápice de fascismo, xenofobia ni racismo. Es un invento de gente mala, enfermiza e inculta. Son los que dicen que el hiyab es libertad, que ya tiene cojones”.

“Islamófoba, sí; catalana, también”

En una entrevista a 8TV el 23 de abril pasado, Sílvia Orriols llegó a afirmar: “Soy catalana seguro. Y islamófoba, probablemente también, porque quién es el que no tiene que tener miedo de esta religión que tira homosexuales descalabro de los acantilados o que ataca tan gravemente los derechos de las mujeres en todo el mundo, no? Por lo tanto, islamófoba, sí; catalana también. De extrema derecha, nada, porque, como digo tantas veces, yo no soy extremista de nada, sino que más bien combato los extremismos”.

Los documentos de Alianza Catalana son claros: el partido “promoverá aquellas políticas inmigratorias que beneficien los ciudadanos de Cataluña, no los extranjeros. En este sentido, se promoverá una política inmigratoria restrictiva hasta que el nivel de paro baje y los salarios aumenten a niveles europeos”. Además, afirma que Alianza “reconducirá las ayudas y servicios públicos a los ciudadanos de Cataluña, no a los ciudadanos extranjeros”. Afirma también que “esta inmigración [la de los inmigrantes extracomunitarios, que suponen el 80% del total de inmigrantes] supone una carga social y provoca que la red de protección pública sea inaccesible para la mayoría de catalanes, que ven como su gobierno los deja desamparados cuando más lo necesitan”.

Por eso, Alianza Catalana “aplicará la Ley de Extranjería, deportando los inmigrantes violentos y repatriando los inmigrantes ilegales. Se pondrá fin a la criminalidad y al derroche de recursos públicos con el fenómeno de los MENA, donde la Generalitat de Cataluña ha malgastado más de 150 millones de euros y no ha podido impedir que el 18% delinca. Cerca de la mitad de los reclusos en Cataluña son de origen extranjero, que representan menos del 20% de la población”.

La web de Alianza Catalana no se está de asegurar que el partido nació “para declarar unilateralmente la independencia y defenderla hasta expulsar definitivamente el Estado Español de Cataluña”. Aduce que España expolia “el 40% de todos los impuestos que pagamos” y promete abolir “el impuesto de sucesiones” y asegura que “reducirá las cuotas a los autónomos y el IRPF”.

La formación de Sílvia Orriols considera que tienen que salvaguardarse los valores de la sociedad catalana. ¿Y qué son, concretamente, estos valores?: “Nuestra realidad se levanta encima la Acrópolis de Atenas y toda la filosofía griega, sobre los siete cerros de Roma y toda la herencia cultural y legal romana y, finalmente, sobre el Gólgota y todo el legado ético y moral judeocristiano”, afirma.

Las coincidencias programáticas de dirigentes de la extrema derecha españolista y de la extrema derecha independentista no son simples anécdotas: se justifican por el idéntico sustrato ideológico de sus concepciones políticas y sociales, pero solo difieren en la aplicación territorial de sus recetas.

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