El juzgado de instrucción número 1 de Barcelona ha enviado a prisión provisional al monitor del Liceo Francés que habría agredido sexualmente de cuatro menores de 5 años. El magistrado da plena credibilidad a la versión que han dado los niños a sus padres, a la policía, a los médicos y a los psicólogos, y considera que el investigado tiene mucho riesgo de reiteración delictiva. El auto establece que el hombre se masturbó al menos una vez delante de dos niñas en el baño y les hizo tocamientos, y en varias ocasiones hizo tocamientos a otros dos niños, incluso introdujo los dedos en el ano de uno de ellos.
El hombre trabajaba de 12 a 2 del mediodía en la escuela, vigilando a los alumnos de educación infantil en el patio y en el comedor, y había sido subcontratado por una empresa contratada por el centro educativo. Tiene una discapacidad psíquica del 33%, pero el magistrado no la ve incompatible con el hecho de que conociera la ilicitud de sus actos. Sin embargo, este jueves está prevista la exploración del acusado por parte de un médico forense, después de que la defensa lo pidiera.
El 10 de mayo, las psicólogas del Equipo de Asesoramiento Técnico en el Ámbito de Familia (EATAF) hicieron la exploración de las dos primeras niñas, en presencia del magistrado instructor, la fiscal, los abogados de las acusaciones, la defensa y el encausado. El pasado lunes se celebró una vista en la cual la Fiscalía y las dos acusaciones particulares pidieron prisión provisional sin fianza para el monitor. La exploración de los otros dos niños está prevista para este mes de junio.
A raíz de la entrevista con las dos niñas y la exploración del lugar de los hechos por parte de los Mossos d’Esquadra, el magistrado instructor considera acreditado que junto al patio hay unos baños donde normalmente hay una monitora, que siempre es mujer, pero que en algunos momentos puede ser que la mujer no vigile los baños. También hay unos baños junto al comedor a los cuales van los alumnos de educación infantil y que no tiene vigilancia.
Según el relato de las víctimas, el noviembre pasado, el ahora encarcelado habría aprovechado que las dos niñas, que son muy amigas, estaban dentro del baño del patio para entrar junto a ellas y masturbarse delante de las menores. El acusado eyaculó sobre la ropa de las niñas y refrotó su pene por el pecho y la zona vaginal de las niñas, sin quitarles la ropa.
Posteriormente, hacia enero, el hombre llevó a uno de los dos niños denunciantes a la parte trasera de una caseta que hay en un rincón del patio y allí le tocó los glúteos y le introdujo un dedo en el ano. Con el otro niño realizó unos hechos similares, pero sin penetración anal. Según el relato que hicieron los menores a sus padres, el hombre habría tenido esta conducta varias veces y para atraerlos hacia detrás de la caseta les ofrecía caramelos, golosinas y bombones. El relato de los dos niños coincide.
El magistrado justifica la prisión porque si se confirman los hechos serían muy graves, como un delito de agresión sexual a un menor de 16 años sin penetración, pero con el agravante de abuso de superioridad, cosa que puede suponer una pena de hasta 10 años de prisión. En el caso del niño que no fue penetrado analmente, pero sí agredido de forma continuada, la pena podría llegar a los 12 años de prisión, mientras que en el caso del niño que fue penetrado analmente, la pena podría llegar a los 16 años, recuerda el juez.
