La sequía tendrá un impacto desigual en la cesta de la compra de productos locales, a pesar de que el consumidor puede notar ciertos aumentos de precio y una menor disponibilidad de producción kilómetro 0, según las previsiones de agricultores y distribuidores consultados por la ACN. De hecho, los distribuidores prevén que la campaña de fruta de este año sea, a pesar de todo, mejor que la del año pasado, la peor en 40 años por culpa de las heladas.
«No buscamos proveedores alternativos», explica el secretario general del Consejo de Empresas Distribuidoras de Alimentación de Cataluña (CEDAC), Roger Gaspa. Cataluña es una potencia agroalimentaria, y de hecho, solo el 10% de la producción de fruta es para consumo local, así que Gaspa descarta el desabastecimiento.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) prevé que el efecto de la sequía en los cultivos tenga un impacto mínimo para el consumidor, aunque se notará con una reducción de productos de proximidad en las estanterías y, ligeramente, en los precios.»Nos encontramos en una situación catastrófica. Donde se ha podido regar las cosechas se salvarán, pero de manera escasa. Calculamos que un 70% del cereal está perdido, al ser un cultivo de invierno«, detalla en declaraciones a la ACN la presidenta de ASAJA, Rosa Pruna.
