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El hacinamiento en los trenes de Ferrocarrils de la Generalitat indigna a los pasajeros

“@FGC. Porque siempre toca ir como sardinas en la R6? Siempre igual a esa hora”, se lamentaba en Twitter a las 16:30 horas del pasado 10 de mayo un usuario de los trenes de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC). La línea R6 es la que une a Barcelona con Igualada. La expresión «ir como sardinas» aparece a menudo en los mensajes de denuncia de los pasajeros de los FGC desde hace años. “FGC. Un R5 petado sin terminar la mitad de ruta. Quedan 40 minutos de trayecto que tendremos que hacer de pie. ¿¡¿Tanto cuesta poner trenes dobles?!?”, se quejaba prácticamente a la misma hora y día otro usuario, también en Twitter. La línea R5 es la que va de Barcelona a Manresa.

Son las expresiones de unas molestias que se producen continuamente y a las que la dirección de Ferrocarrils de la Generalitat no pone remedio. Algunos de los usuarios que se quejan tienen como premio de consolación la respuesta del community manager de la empresa pública diciéndoles que trasladará su queja a esa dirección. «La asignación de material móvil se hace según la disponibilidad del mismo, aunque pueden haber incidencias puntuales que dificulten el refuerzo», leyó el usuario que pedía trenes dobles en el hilo de su comentario. En la portada del perfil oficial de FGC nunca aparecen estos mensajes.

Los pasajeros que también contemplan con frustración los trenes llenos hasta los topes son los que los cogen a las horas en las que los niños y niñas de clase alta utilizan la línea Barcelona-Vallès para acudir a las escuelas privadas que hay en Sant Cugat y Bellaterra. Estos pasajeros se encuentran con que no pueden sentarse y que van hacinados mientras los convoyes reservados para esos niños están vacíos o con mucho espacio libre. Para que los pasajeros no entren en los vagones exclusivos de los niños, miembros de cuerpos de seguridad contratados por FGC se lo impiden desde el exterior y desde el interior. El paso de un vagón normal de pasajeros a uno reservado por los niños por el interior del convoy está bloqueado con cintas para desesperación a los usuarios. Aún así es habitual que algunos pasajeros hartos de la discriminación que supone esta situación se cuelen en los vagones infantiles.

Pese a que esta circunstancia se lleva sufriendo hace años, no hay manera de que Ferrocarrils de la Generalitat encuentre una solución para ella. Tampoco al hacinamiento en los convoyes de otras líneas. Las quejas por las aglomeraciones vienen de muy lejos. El 17 de mayo de 2011, una usuaria escribía: “Ale, otro día en plan latita de sardinas con los #FGC… se averían cada 2×3!!”. El 18 de septiembre de 2012, otra usuaria subía este tuit: “Ahora sí, fin de las vacaciones, vuelta al día a día, madrugón del 15 y en el FGC como sardinas en lata! Buenos días BCN! Buen viaje”. Y así, año tras año, hasta ahora.

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