¿Por qué Enric Masip es el nuevo ‘sheriff’ de Laporta?

Uno de los motivos que provocó la decisión de Mateu Alemany de anunciar su paso atrás en el FC Barcelona es la intolerancia a la presencia tóxica de Enric Masip, asesor consentido del presidente Joan Laporta en materia deportiva, incluido el primer equipo de fútbol.

Mateu Alemany no es el único que está harto de un personaje antipático, envidioso, malcarado y omnipresente que apenas trabaja o tiene un cometido concreto más allá de actuar como una especie de policía dentro del núcleo duro del propio presidente.

De hecho, dedica más parte del tiempo a vigilar a los demás que a atender las funciones propias de su cargo, si es que en algún momento ha tenido una hoja de ruta diferente de acompañar al presidente como su sombra e impedir, sobre todo, que haga amigos nuevos que puedan apartarle de su entorno como uno de los preferidos.

El propio Jordi Cruyff, personaje más prudente y reservado, ha de soportar -quizás por menos tiempo de lo que se pueda pensar- el marcaje de alguien como Enric Masip que, por lo que se respira en el club, va subiendo de nivel y de capacidad de influencia en Laporta a medida que van cayendo integrantes del entorno presidencial, como ha ocurrido con Mateu Alemany.

Masip ha protagonizado alguna que otra trifulca con los jugadores del primer equipo como resultado de ese equivocado sentido suyo de la protección del presidente. Les ha faltado al respeto en más de una ocasión, como ya hizo con Ronald Koeman cuando, siendo entrenador, él criticó sus resultados en público. Luego, siendo parecidos o peores los de Xavi, en cambio, no se atrevió.

También se ha visto envuelto en polémicas relacionadas con proveedores del club por ser previamente accionista de alguno y, más recientemente, por colocar a dedo a un amiguete suyo como director docente de la Masia, hecho que ha sido reprobado internamente por saltarse los procesos de selección establecidos. El beneficiario de este nombramiento a capricho del asesor del presidente, David Aguilar, procede del mundo del balonmano, ha ejercido como seleccionador de Andorra de esta disciplina y es, reconocidamente, el director técnico del Campus de Enric Masip.

El asesor del presidente, casi para todo, tiene manga ancha y autoridad, pero sobre todo autoritarismo para ejercer como sheriff al servicio del caciquismo imperante en el club. Ahora, incluso, con nuevos superpoderes y mayor ascendencia sobre Laporta con la marcha de Alemany.