28 M, entre Vox, Ayuso y Feijóo

Parece que en las elecciones del 28 de mayo, Vox incrementará notablemente su representación municipal ya que, a diferencia de 2019 que se presentó en 752 municipios de España, ahora lo hace en 1936, número por cierto con trasfondo nostálgico para Vox. Recordemos esa canción de “Volvamos al 36” que se cantó desde la tribuna en la fiesta de Vox el pasado octubre. En Madrid se presenta en todos los municipios de la Comunidad, 179. En la provincia de Barcelona pasa de 28 candidaturas a 81. Queda lejos de presentarse en los 8.131 municipios que tiene España, pero en el conjunto de pueblos y ciudades donde lo hace, vive el 80% de la población del Estado. Si hace cuatro años obtuvo 525 concejales, ahora podría acercarse a dos mil. Muchos concejales de Vox elegidos hace cuatro años han dejado el partido disconformes con el autoritarismo de la dirección y se presentan con otras candidaturas. Pero la marca Vox es la que vende, y fuera no hay futuro.

Evidentemente Vox y PP llegarán a acuerdos en muchos ayuntamientos si bien a diferencia de 2019, que era la pata pequeña del Trifachito de PP, Ciudadanos y Vox, el partido de Abascal pedirá entrar en los equipos de gobierno. Sin embargo parece difícil imaginar que en aquellos ayuntamientos en los que el PP no haya sido la lista más votada, y la suma de PP y Vox dé la mayoría absoluta, Vox se vote a sí mismo en el pleno de investidura, motivando que se forme un gobierno de izquierdas. La elección de alcalde no funciona como la de un presidente autonómico que puede alargarse y tener que repetir las elecciones, sino que se celebra tres sábados después de que hayan hablado las urnas. Y si ningún candidato tiene el apoyo de la mayoría absoluta de concejales, se nombra alcalde al que tuvo más votos ciudadanos el día de las elecciones.

El conflicto entre el PP y Vox se dará en las autonómicas, donde como ocurrió en Castilla y León y pretendía hacer en Andalucía, Vox dice que sólo apoyará al PP si se le da la vicepresidencia. El 28 de mayo se celebran autonómicas en doce comunidades. El PP gobierna ahora sólo en Madrid y Murcia. Por eso la victoria el 28-M se medirá con cuántas autonomías cambian de color y pasan del rojo del PSOE o de pactos de izquierdas como los de Valencia y Baleares, al azul del PP. Se dice que si cae Valencia y pasa a ser gobernada por el PP, será el anuncio de que las elecciones de diciembre las ganará el PP de Alberto Núñez Feijóo, que será el nuevo presidente del gobierno de España. Pero eso está por ver porque el populismo conservador más fuerte que compite el 28-M, no es el de Vox, sino el de Isabel Díaz Ayuso que tal y como hizo con Pablo Casado que se lo comió en 7 días, parece que quiere hacer lo mismo con Feijóo. Ayuso triunfa con un nacional populismo español y madrileño sin que sus errores o trapos sucios le pasen factura y ahora aspira a superar los 65 escaños que obtuvo en las pasadas autonómicas y hacerse con la mayoría absoluta de la Asamblea sin tener que necesitar a Vox. Unas elecciones de 2021 en las que recordemos que triunfó con sus eslóganes de “comunismo o libertad” y reivindicando “vivir a la madrileña”, acabando con las restricciones a las actividades económicas, rebajando impuestos y compitiendo de forma desleal con las demás autonomías para atraer empresas .

La división y lucha cainita en el espacio de Podemos, Más Madrid y Sumar ayudarán a la victoria de Díaz Ayuso. Y en cuanto a Vox, la contrincante de Ayuso es Rocío Monasterio, nada popular y bastante estirada que, más que sumar votos al partido de Abascal, los descuenta. Y si la victoria de Ayuso en Madrid es abrumadora, es decir que sube tres escaños y obtiene la mayoría absoluta, y en cambio el PP del moderado Feijóo, no sube en las demás autonomías, podría empezar una nueva cacería dentro del PP, con Ayuso postulándose para ser la candidata que competiría con Pedro Sánchez en diciembre, a la vez que el discurso trumpista de Ayuso puede comerse también parte del espacio de Vox. Puede parecer temerario especular con que Ayuso se coma en poco tiempo a Feijóo, pero recordemos hace quince meses lo rápida que fue la inesperada caída de Pablo Casado. Como explica y detalla la periodista Alicia Gutiérrez en su libro “Porque me da la gana. Ayuso, la nueva lideresa”, editado por Akal, la presidenta madrileña con la exitosa ayuda del brujo Miguel Ángel Rodríguez, ha tenido en estos últimos años una carrera ascendente imparable. Y quien se opone a ella o no se aparta para dejarle paso, es hombre muerto. Vemos sino las imágenes de cómo humilla el 2 de mayo al ministro Félix Bolaños, con Feijóo ahí al lado, para dejar claro que es ella quien tiene el poder y que nunca le tiembla el pulso.

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