Òscar Andreu, líder de los humoristas contratados por TV3 que difunden el odio a España

El copresentador de 'Està passant' considera que no tiene por qué cumplir el Libro de Estilo de la CCMA y llena su Twitter de insultos y desprecio a todo lo que suene a español

Gag d'Òscar Andreu al programa 'Està passant, de TV3, el passat 6 de març

“Digamos NO a dar explicaciones todo el rato a los españoles”. Éste es el mensaje que escribió en Twitter Òscar Andreu, el 10 de abril, para comentar el alud de críticas que había recibido Està passant, el programa de TV3 en el que colabora, a raíz de la realización de un gag en qué se burlaba de la virgen del Rocío. Andreu, que en ocasiones, como el pasado 20 de marzo, sustituye a Toni Soler como presentador principal del programa, sube continuamente mensajes a su perfil de Twitter insultando y despreciando todo lo que suene en España.

Hasta hace unas semanas Andreu tenía competencia en esta actitud en TV3 en los miembros del equipo del negocio audiovisual La Sotana que formaban parte del programa Zona Franca. Joel Díaz lo presentaba gritando cada vez que lo empezaba “puta nit i bona Espanya”. Manel Vidal, colaborador semanal de Zona Franca, la emprendía cada dos por tres contra España y acabó siendo despedido por comparar a los votantes del PSC con los nazis. Ambos, junto con Magí García, que era guionista del programa, lo abandonaron a raíz del despido de Vidal. Díaz, Vidal y García forman parte de La Sotana junto a Andreu Juanola. Díaz trabaja en L’última hora del matí de Catalunya Ràdio, Juanola, en El Suplement, también de Catalunya Ràdio, y García es guionista de Està passant. Vidal trabaja como guionista del programa La competència, en RAC1, conducido por Òscar Andreu. El Libro de estilo de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) dictamina que los profesionales de TV3 y Catalunya Ràdio no pueden manifestar expresiones públicas que pongan en cuestión la neutralidad y la imagen de estos medios. Ninguno de los mencionados en este artículo hace caso de esta norma, pero Òscar Andreu es el que la infringe con más asiduidad.

“No debemos confundir al Estado con el Deep State. Unos vivirían más tranquilos si los catalanes desapareciéramos y los otros… también”, escribía a finales de febrero. Unos días antes redactaba este tuit: “¿Sabías que lo de gastar millones de euros de nuestros impuestos en espiar/reprimir un movimiento político legítimo, infiltrarse en asociaciones igualmente legítimas, petarse el sistema sanitario, etc, es un delito tipificado como ‘prevaricación agravada la que tengo aquí colgada?”.

“Si tienes que decir nazi, lazi, zombi o tarado a un indepe, no te preocupes: el nacionalismo de estado, la libertad de expresión y los límites del humor te protegen. Piensa que por la unidad de España puedes enterrar a gente en cal vida. Ahora, si como indepe, en una sección de humor haces un gag… Y que los árboles del debate sobre los límites del humor no nos tapen el bosque de la ocupación”, tuiteaba tras el despido de Manel Vidal por representar a los votantes socialistas con una esvástica nazi.

«En ausencia de catalanes se puede hablar de todo», escribió el 8 de abril con su curioso sentido del humor.

No esconde su sintonía con la CUP. En marzo reenviaba un mensaje del diputado anitcapitalista Albert Botran en el que se quejaba de que no le dejaban hablar en catalán en el Congreso. “El VAR dice que es lo que pasa cuando vas al Parlamento de un país extranjero y hablas una lengua que, no sólo no consideran propia, sino que la querrían desaparecida. Por tanto: ¡Bien expulsado!”, añadió en su comentario. El 1 de abril reenvió el tuit del candidato de la CUP a la alcaldía de Terrassa, Jaume Bofill, en el que acusaba al grupo municipal socialista de haberse abstenido en la moción de apoyo a una profesora supuestamente denunciada en comisaría por hablar en catalán. La reflexión del presentador de Està passant fue: «¿Sabías que si quieres reprimir, invisibilizar y aniquilar una lengua va muy bien que haya gente que mire hacia otro lado y que, llegado el momento, se abstenga?».

El 10 de abril, Andreu planteó esta encuesta a sus seguidores de Twitter: “¿Vosotros qué preferís? ¿Que los humoristas hagan sátira del poder (económico, político, religioso, etc) como en cualquier democracia más o menos sana, consolidada y comprometida con la libertad de expresión o enterrar a gente en cal viva? ¡VOTAD!”. Un 76,4% votó la primera opción. Un usuario de Twitter le replicó así: “¿Qué preferís? 1. Vivir de la engañifa del proceso indignamente (subvencionado por la Generalitat). 2. Trabajar en lo que sea necesario y vivir dignamente”.

Sigfrid Gras, director de TV3, y Rosa Romà, presidenta de la CCMA, miran hacia otro lado cuando les recuerdan que Òscar Andreu lidera el grupo de trabajadores de la televisión pública catalana que vulneran sistemáticamente un Libro de Estilo que dice textualmente : «Los profesionales de la CCMA no pueden hacer manifestaciones públicas que comprometan la imparcialidad de nuestros medios».

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