Seis mossos condenados por torturas por agredir a dos jóvenes que huyeron de un control

La Audiencia considera que "se trató de una agresión, intimidación y humillación totalmente gratuitas e injustificadas"

Agente de los Mossos d'Esquadra
Agente de los Mossos d'Esquadra

La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas de entre cuatro y cinco años de prisión, además de cuatro años de inhabilitación, a seis agentes del ARRO de los Mossos d’Esquadra por agredir gravemente a dos jóvenes en Cerdanyola del Vallès en abril de 2016. Los jóvenes huyeron en coche de un control, y en la fuga se accidentaron. Al llegar los agentes, los golpearon por todo el cuerpo reiteradamente, causándoles lesiones importantes e incluso la pérdida de visión en un ojo al conductor.

Los agentes alegaron que las lesiones se las habían hecho en el accidente, pero el tribunal no lo ve posible y los condena por lesiones graves y torturas en su versión de delito contra la integridad moral, con el atenuante de dilaciones indebidas y el agravante de prevalimiento de cargo público.

Según la sentencia, los agentes, «de mutuo acuerdo y con el ánimo de malograr la integridad física, psicológica y moral» de los dos ocupantes, que no ofrecieron ninguna resistencia, quisieron «castigarlos» por haber huido del control. Les dieron puñetazos y patadas en la cara, en la cabeza y en el cuerpo, además de insultarlos, e intentaban intimidarlos y humillarlos diciéndoles cosas como: «Os podríamos matar y aquí no se entera nadie».

La resolución judicial también recoge que los condenados arrancaron un altavoz pesado del maletero del vehículo siniestrado y lo dejaron caer en el suelo cerca de ellos para causarles temor, y que cortaron el cinturón de seguridad del copiloto y les golpearon con la hebilla. «Se trató, pues, de una agresión, intimidación y humillación totalmente gratuitas e injustificadas», insiste la Audiencia.

Indemnizaciones por lesiones y daños morales

Además de las penas de prisión e inhabilitación, los condenados tendrán que indemnizar a las víctimas por lesiones y secuelas y por daños morales. El principal acusado tendrá que pagar unos 5.000 euros al copiloto y unos 33.500 al conductor, mientras que los otros cinco mossos tendrán que pagar unos 5.000 euros a cada víctima. Las indemnizaciones, 60.000 euros para el conductor y 30.000 para el copiloto, serán asumidas por el seguro de la Generalitat.

El conductor, de 22 años, recibió un puñetazo del primer agente que llegó que le causó una lesión en el ojo y que le ha comportado pérdida de agudeza visual del 90%. A consecuencia de los golpes de todos los condenados, sufrió numerosos hematomas en la cabeza, lesiones en brazos, piernas, cuello y tórax, hematomas en los lados, fractura de un diente y edemas en las manos. Todo esto le provocó ansiedad, un trastorno adaptativo, depresión, aislamiento y reclusión. Recibió tratamiento psiquiátrico y tardó seis meses en recuperarse.

En cuanto al copiloto, de 20 años, sufrió lesiones en el ojo, nariz, labio, dientes, espalda y la fractura de una costilla, además de ansiedad. Al cabo de pocos días sufrió un brote psicótico y pensaba que los médicos que lo trataban lo querían envenenar por encargo de los policías. Tardó cuatro meses en recuperarse.

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