La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado la «discriminación» que sufren 560 mujeres agentes de la Guardia Urbana de Barcelona (GUB) que se ven obligadas a trabajar con pantalón de corte masculino. Este sindicato ha afirmado que es una situación que se arrastra desde hace más de dos años y que afecta a la «movilidad y operatividad» de las agentes policiales.
Además, ha indicado que las afectadas se ven obligadas a adaptar esta prenda o a comprar una que se ajuste a sus necesidades, por lo que deben asumir un gasto de casi 90 euros. Por todo ello, ha reclamado al equipo de gobierno de la capital catalana que proporcione a las miembros del cuerpo pantalones «homologados» para mujer, pidiéndolos a la empresa proveedora de uniformes de la Guardia Urbana.
El sindicato CSIF ha comunicado que esta situación ya se ha trasladado al máximo responsable del departamento de Riesgos Laborales, Pere Luque, y también ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo. Las 560 agentes que sufren este problema representan al 16,6% de la plantilla de la GUB, que suma 3.360 efectivos.
